Antonio Grande puso el toreo y Diego García se llevó el triunfo

El novillo que abrió plaza y feria cantó su mansedumbre desde que asomó por chiqueros. Barbeó tablas y no quiso saber nada de los capotes. Tras hacerles pasar un mal rato al caballo por derribarle y al subalterno Topas al perseguirle en banderillas, el animal se defendió con mal estilo en la muleta de un dispuesto Antonio Grande. El lucimiento fue imposible por la condición del utrero. Lo despachó de una estocada contraria tras dos pinchazos previos.

El cuarto se dejó por el pitón izquierdo y por ahí se explayó Grande. El salmantino le cogió la distancia y la altura a la embestida del novillo para llevarlo muy obligado en tandas abundantes y bien trenzadas. Dos naturales muy profundos terminaron de agotar el depósito del de Torrealba. Una estocada casi entera pero muy tendida fue suficiente para hacer doblar al novillo. La oreja fue premio justo al conjunto.

El primero del lote de Fernando Plaza buscó pronto los terrenos de chiqueros y solo la brega de Sergio Aguilar logró que el novillo saliese de aquella zona. Después, muleta en mano, el madrileño logró sujetarlo en el tercio para firmar tandas de figura encajada y trazo templado. Gustó sobre todo el el toreo al natural. Unas bernadinas finales fueron el preludio de dos pinchazos bajos y una estocada delantera que dejó todo en silencio.

El quinto tuvo mayor volumen y sacó cierto temple en sus viajes al inicio de faena. Plaza volvió a manejar con soltura la zurda pero todo se fue espesando. Sus ideas y las embestidas del novillo, que acabó rajado. Tras una estocada entera, el fallo con el descabello hizo que sonaran dos avisos y a punto estuvo de caer el tercero.

Diego García contó en su primero con el apoyo de sus paisanos. Éste de Torrealba fue otro animal aquerenciado que cuando le sujetó en los medios ofreció veinte arrancadas potables. El novillero sansero se mostró con soltura y sentido del temple aunque a los muletazos le faltó algo de poso. Después el novillo buscó tablas y todo fue a menos. Saludó una ovación tras dos pinchazos y una estocada baja.

Al sexto, manejable pero rajado, le dio fiesta Diego primero en los medios con varias tandas ligadas y bien compuestas y después en la zona de chiqueros, donde acabó el ejemplar de los Hermanos Revesado. Un estocada efectiva dio paso a la concesión de un doble trofeo excesivo pero que contó con el calor y el favor de la afición local.

San Sebastián de los Reyes (Madrid), miércoles 28 de agosto de 2019. 1ª de Feria. Un cuarto de plaza.

Cinco novillos de 

 y uno de Hermanos Revesado (6º), terciados a excepción del quinto, con más volumen. Conjunto bajo de raza, aquerenciados y a menos en sus embestidas. Todos acusaron el encierro matinal.

Antonio Grande, silencio y oreja.

Fernando Plaza, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.

Diego García, saludos tras aviso y dos orejas.