1ª FERIA DEL MILAGRO

El capote de Pablo Aguado pesa más que una roca en Illescas

La Feria del Milagro de Illescas (Toledo) se abrió con el triunfo de Roca Rey con tres orejas y un capote de Pablo Aguado para el recuerdo.

Verónica de Pablo Aguado durante su actuación este sábado en Illescas (Toledo)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Con siete minutos de retraso rompió el paseíllo. La ovación tras el mismo contaminó el silencio. Todos con mascarillas, salvo que te llames Isabel Preysler o Mario Vargas Llosa. Venían a ver números y no a ver torear. La tarde fue de toreo y no del éxito numérico de Roca Rey, que corto tres orejas, pero que no convenció, más allá del jaleo habitual entre el público ocasional.

Muy feo, discreto de pitones y anovillado fue el primero de la tarde. El saludo, breve pero intenso. Sensacional Morante con tres lances a la verónica ganando terreno y añadiendo un sinónimo al término temple en el diccionario. Tras el inexistente puyazo, el quite. Trabado, pero genial por delantales. La media fue de escándalo. Brindó al público y empezó al hilo de las tablas. De otro planeta. Un solo de trincherazos en el que se quedaría a vivir un pintor. Suavidad y torería.

Dentro de su concepto, quizá Morante sacó su toreo más técnico y por eso no terminó de llegar a los tendidos, más allá de detalles de toreo soberbios. Tampoco ayudó un toro que necesitaba dosis extra de taurina. Entre los pases, un natural de 360 grados que no crujió al público, pero que llenó los bolsillos del que vino a Illescas a ver torear. Natural en mayúsculas, es decir, NATURAL. Lo mató al segundo intento. Tardó mucho en caer y se esfumó un premio que ya daba igual.

Con el segundo, Aislador, no pasó nada hasta el quite de Roca. En él, todo. Saltilleras y dos naturales con el capote que no te los firma el vietnamita que pinta letras en Sevilla. Como diría Paula, "pinta usted de fotografía". Brindó a Trapote y con dos cambiados por la espalda de rodillas, Illescas cambio su bandera por una senyera de Lima. Roca Rey se empadronó en Toledo y hasta aquí la faena. Derechazos de 'hacendado' y alguna arrucina que gusta al público, pero que no va más allá del simple valor. Que no es poco.

Roca Rey necesita toro y su primero de José Vázquez fue solo colega. Tuvo que recurrir a las espaldinas para calentar a unos tendidos con muchos grados traídos de los aledaños. Cerró por bernadinas, aunque el muletazo de su travesía toledada fue un cambio de mano que crujió la cintura del peruano y que terminó de enloquecer la cubierta de Maximino. Dejó una estocada perfecta en ejecución y colocación al segundo intento en la suerte contraria que le valió una oreja.

Hubo un intento de sacar a saludar a Pablo Aguado por su reaparición tras lesión antes de frenar a 'Olivarero', pero los aficionados caben en un 600. El saludo de Pablo Aguado al de José Vázquez fue el toreo que todos sueñan y que solo puede conseguir Pablo Aguado. El techo de muchos y el suelo de Pablo. Su día a día. De casa al capote y del capote, a casa. Una mezcla de temple, gusto y profundidad, pero sin temple ni gusto ni profundidad. Como tú cuando toreas con un paño en la cocina, pero delante de un bicho de 482 kilos.

Illescas se empezó a preguntar si el toreo era eso o lo de antes. Se rajó el toro ya en banderillas y en la muleta tuvo que tragar con la ley de Aguado: no te molesto, pero te toreo. En las tablas, tres series de derechazos que cambian carreras y remates a la altura de toreros de los que salen en las portadas. La estocada no estuvo a la altura de la faena, pero con estos toreros las orejas son como mucho una ración a la plancha. Lo importante no queda en la estadística. La ovación tiene más chicha para un guiso que cualquier oreja de pueblo.

Se sentó Morante antes de recibir al cuarto. No por cansancio sino para contemplar las cualidades físicas del arenero, que pintó las rayas a toda velocidad. Las de picar. Salió suelto y el presidente, que es buen aficionado, se quedó más pendiente de ver si Morante se estiraba que de darle su turno al picador. Curioso el toreo: a Morante ya no le pitan por irse rápido a por la espada sino por lo contrario. El Morante funcionario entusiasma, pero parece más Castella que Morante. Aún así, Morante se la coló a los morantistas. Se fue detrás del toro por todos los terrenos. Lo buscó y lo encontró, pero no fue Morante. Sudó para demostrar que es de La Puebla, pero sin río. Se van a hacer largas 100 tardes, sobre todo al Lili.

Con un popurrí de tafalleras y gaoneras saludó Roca Rey al quinto, de nombre 'Detalloso'. Pusó de pie a la plaza, pero antes tuvieron que salir de escena Morante y Aguado porque el toro quería irse con ellos. Estatuarios de inicio y uno cambiado por la espalda para volver a hacer temblar la cubierta de Illescas. El toro fue un huracán en una muleta 'made in Greta'. Empezó Roca pujante y dando distancias, pero rápido recurrió al muletazo de uno en uno. Cómo sería aquello que Illescas empezó a silbar. Dejó un bajonazo al primer intento que le valió las dos orejas. El toreo en ochos sigue teniendo tirón.

Andrés Roca Rey en su salida a hombros este sábado en Illescas (Toledo)

Andrés Roca Rey en su salida a hombros este sábado en Illescas (Toledo)

El sexto no dejó que Aguado hiciese lo suyo. Encima, en el tercio de banderillas pegó un chocazo en tablas que lo dejó más bien 'tolili'. Lo intentó el de Sevilla, pero el toro se echó a mitad de la faena. Aún así, porfió. Temple y seda, pero hace falta idilio con el de los cuernos. Illescas se fue vaciando al mismo tiempo que decaía el intento de Aguado por hacer moverse a un mueble. Dejó algún natural estimable y los de la música, que estarían aburridos, empezaron a tocar al mismo tiempo que el otro buscaba la espada. Se escuchaba más fuerte al de las almendras que a la banda. Alargó en exceso la faena hasta cobrar una estocada entera, trasera y tendida en la suerte contraria.

Los toros no contribuyeron al lucimiento, más allá de un sensacional quinto en la muleta, pero los toreros demostraron el cambio de paradigma de esta disciplina. El arrimón y el tremendismo siguen levantando a la gente de los tendidos, pero el toreo puro es el que cuaja. Roca Rey cortó tres orejas, pero a las puertas de Illescas se hablaba de dos capotazos de Aguado y de una media de Morante. San Isidro acecha y el toreo, atentos los de las espaldinas, ha cambiado. Arrimarse ya no es suficiente. Ahora hay que torear.

Illescas (Toledo). Sábado 12 de marzo de 2022. 1ª de la Feria del Milagro. Lleno de 'No hay billetes'.

Toros de José Vázquez, Desiguales de presentación, mansos y facilones, en líneas generales. Destacó el 5º, bravo y con calidad.

Morante de la Puebla, saludos y saludos.

Roca Rey, oreja y dos orejas.

Pablo Aguado, saludos y silencio.