SEVILLA

Entre la realidad y el deseo

El Fandi paseó la única oreja de una encastada corrida de Fuente Ymbro. López Simón dio una vuelta al ruedo y Ferrera fue ovacionado.

El Fandi, con la oreja cortada este sábado en la Real Maestranza de Sevilla

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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También tuvieron su interés estos otros jandillas de Ricardo Gallardo. Un encierro bien presentado, serio, encastado, y con tres toros de nota alta. La realidad de una corrida que no casó con el deseo de triunfo de la terna. Porque a pesar de la oreja del quinto que paseó Fandi, todo lo sucedido en la bochornosa tarde de calor fue discreto y poco apasionante.

Tal vez las banderillas de David Fandila al segundo resultó de lo más gratificante. Tres pares brillaron con la máxima originalidad y poderío de un torero que hace de su espectacular tercio lo más significativo de su tauromaquia. Tres pares clavados arriba reunidos de una manera ortodoxa y esplendida. Lo mejor. Después, todo transcurrió entre complicadas y bruscas acometidas y el querer del granadino. El resultado no fue otro que el de una lidia compleja, hecha con precauciones y, sobre todo, de muletazos desplazados hacia afuera. Con estocada casi entera tumbó al toro sin puntilla.

La actitud del diestro de Granada cada tarde que se viste de torero es encomiable. Lo quiere todo y hace lo que puede. Recibió al quinto con su habitual larga cambiada de rodillas en el tercio, intentó la chicuelina combinada con la tafallera en el quite, destacando en banderillas en su segundo par de poder a poder. Le echó disposición a un toreo que, en los circulares, rodillas en tierra, con los que prologó faena, estuvo el mayor momento de interés. Menos atractivo revistió el natural, demasiado despegado. Ni los hilvanados y vibrantes muletazos diestros de parecida característica fueron lo mejor. La fulminante estocada fue crucial para la oreja concedida.

Antonio Ferrera anduvo dispuesto a añadir una buena dosis de temple al natural en el inicio de faena al primero de Fuente Ymbro, un toro que salió suelto en los primeros tercios y acometió la muleta con embestidas encastadas y bruscas. Con la muleta desplegada desprovista de la ayuda cubrió buena parte de la lidia, tanto con la mano derecha como con la izquierda. Y así encontró el equilibrio entre el natural de mano diestra y el de la zurda. Ambos muy bien trazados y dibujados, aunque de escasa emoción. Con un pinchazo hondo y descabello lo finiquitó.

El cuarto resultó flojo y de sosa embestida. El extremeño nacido en Ibiza se mostró sincero a sabiendas que con la dificultad de las acometidas nada atractivo ni emocional se podía sacar. La estocada desprendida bastó.

López simón gozó de dos buenos toros para el triunfo. Y este no llegó. Y es que resultaría deseable que quien está empeñado en mostrar sus formas más clásicas, confiase en la verdad, y no esa manera trivial de hacer el toreo que difumina cualquier atisbo de emoción durante la lidia. Al encastado y noble tercero lo toreó algo pasado de revoluciones y despegado, pese a bajar la mano y arrastrar la tela por el albero, y con la

izquierda le costó un mundo la ligazón. Hundió la espada, y lo menos exigentes le pidieron el apéndice que el palco con buen criterio no concedió.

Y si el tercero fue bueno el sexto fue mejor, bravo y con demostrada clase en sus embestidas. Y el torero de Madrid no entiende que el toreo bien hecho debe ser algo más profundo y cercano a ese fenómeno imposible de programar que es la emoción. Sin emoción no hay triunfo. No la hubo y no llegó. Pese a los estatuarios de inicio, pese al bajar la mano diestra e hilvanar muletazos, pese al toreo de izquierda, a veces, tan desajustado. Unas bernardinas pusieron final a una faena que, tras la tendida estocada y el descabello, sólo quedó en ovación.

Sevilla, sabado 11 de mayo de 2019. 13ª de abono. Dos tercios de plaza.

Toros de 

, bien presentados, serios y encastados. Suelto en los primeros tercios y de embestidas bruscas, el primero; Sin clase en la acometida y complicado, el segundo. Noble, pronto y fijo, el tercero; Soso y flojo, el cuarto; encastado y con transmisión, el quinto; noble y bravo el sexto.

Antonio Ferrera, saludos y silencio.

El Fandi, saludos y oreja.

López Simón, vuelta tras aviso y saludos tras aviso.