SEVILLA

Guillermo Hermoso: "No puedo estar por debajo del nivel de mi padre"

El joven rejoneador Guillermo Hermoso tomará este sábado la alternativa en Sevilla de manos de su padre, Pablo Hermoso de Mendoza.

Pablo Hermoso de Mendoza y su hijo Guillermo, al que dará la alternativa en Sevilla

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Desde que debuté en los ruedos, en la temporada de 2016, mi padre me ha marcado un camino irrenunciable e inflexible, con un nivel durísimo de exigencia al que no puedo renunciar ni defraudar", explica Guillermo Hermoso en sus primeras palabras de entrevista con EFE.

Ser el sucesor de un rejoneador tan decisivo en la evolución del toreo a caballo es para su hijo "no una losa o una carga, sino un reto. Mi padre es un espejo donde todos se miran, y yo he tenido la suerte de aprenderlo todo de él, pero por eso mismo tengo que estar a la altura de sus enseñanzas y del apellido", insiste este joven de 19 años que lleva ya dos temporadas toreando.

"Entre México y España -continúa- habré sumado más de cincuenta actuaciones con los novillos en estos dos años, lo que creo que es un bagaje suficiente para la alternativa, y más teniendo en cuenta que los utreros que he lidiado en plazas como Bilbao, San Sebastián, Málaga o Nimes eran prácticamente toros y me vi muy capacitado con ellos, todo me salió rodado".

Después de terminar sus estudios de ESO y de finalizar un grado medio en materia de Aprovechamiento de recursos forestales, Guillermo Hermoso lleva dos años dedicado en cuerpo y alma a prepararse profesionalmente junto a su padre, en su finca de la localidad navarra de Estella.

"El entrenamiento diario -continúa Guillermo- es muy duro, porque mi padre es un perfeccionista obsesivo. Así es como ha llegado a estar donde esta, porque siempre ha trabajado muy duro, sin conformarse y yendo siempre un paso más en la técnica y en la doma de los caballos. Incluso ahora que tiene ya cincuenta años y lo ha conseguido todo, no para de echarle horas al entrenamiento".

"Viéndole darlo todo a diario, no me queda otra que seguir sus pasos por ese camino si quiero llegar a su nivel. Llevo montando a caballo a su lado desde muy pequeño, y mi forma de torear, evidentemente, está marcada por él. Pero tengo claro que, sobre esa base excepcional de conocimientos, ahora me toca a mí sacar mi propia personalidad", añade el joven jinete.

En ese sentido, considera que su rejoneo bebe de esa pureza de concepto del padre y del mismo perfeccionismo, solo que cree que él le añade "más fibra, esas ganas de comernos el mundo que tenemos los jóvenes, con la misma frescura que él tenía en sus inicios, pero yo con la suerte de saber ya del toreo lo que a mis años él desconocía".

Aun así, Guillermo Hermoso ha sentido que, a pesar del lazo familiar, Pablo Hermoso de Mendoza no ha tenido contemplaciones con él cada vez que han toreado juntos, igual que sucederá en Sevilla.

"Qué va, todo lo contrario. Las faenas más intensas que le he visto últimamente han sido toreando conmigo. Siempre se ha dicho que en el ruedo no hay amigos, pero tampoco padres e hijos. Me lo ha enseñado todo, sí, aunque en la plaza me trata como si fuera su peor rival e impone su sello para marcar las diferencias", insiste Guillermo.

Con respecto a la tarde de la alternativa, en la que los jinetes navarros actuarán junto a la amazona francesa Lea Vicens y con toros de Fermín Bohórquez, el joven rejoneador asegura tener "los nervios lógicos", pero que se siente preparado y con una cuadra de caballos de mucho nivel, entre los que se encuentra alguno prestado por su padre.

"Pero lo que más me preocupa -reconoce- es que desconozco el escenario, que es muy particular, por su público conocedor y también por sus propias dimensiones, que condicionan la lidia".

"He visto muchos toros en Sevilla pero siempre por televisión. Nunca he pisado la Maestranza ni como espectador, ya que mi padre lleva nueve años sin torear allí, porque la feria siempre coincidía con el cierre de sus temporadas en México. Y antes, cuando sí se anunciaba, yo siempre estaba en el colegio en época de exámenes, aunque no eran tan exigentes como lo será el de mañana", finaliza Guillermo Hermoso.

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