MADRID

Lección de toreo a caballo de los portugueses en los rejones de Las Ventas

Destacaron Francisco Palha, que cortó una oreja, y Miguel Moura en un festejo en el que también tocó pelo Roberto Armendáriz.

Francisco Palha durante su actuacíon este jueves en la plaza de Las Ventas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los jóvenes "cavaleiros" portugueses Francisco Palha -que al igual que Armendáriz cortó una oreja- y Miguel Moura impartieron hoy una lección del mejor toreo a caballo en la corrida de rejones de "seis para seis" celebrada en Las Ventas, en la que los jinetes españoles estuvieron desacertados.

Y especialmente brillante fue la actuación de Palha, con el cuarto de la noche, al que, como declaración de intenciones, clavó ya el primer rejón de castigo atacándole de frente nada más salir de chiqueros.

Desde ese momento, el lusitano se dedicó a encelar y a templar con sus caballos a un astado reservón y emplazado para dejar en lo alto cuatro banderillas con irrenunciables frontalidad, ajuste y limpieza, por lo que se le llegó a pedir con mucha fuerza una segunda oreja que el presidente negó.

En esa misma línea, y hasta clavando también a portagayola, se mostró el dinástico Miguel Moura, que con un quinto de mayor movilidad estuvo más templado a la hora de torear y lidiar que a la de dejar los hierros, aunque también atacó siempre con rectitud y dejándose ver en varios encuentros vibrantes, para malograrlo todo, como es marca de la casa, con el rejón de muerte.

En cambio, los españoles estuvieron muy desacertados, porque ante la poca claridad y entrega de los "domecqs" de José Cruz, y acostumbrados tal vez al franco y rítmico galope de los habituales "murubes" destinados a rejones, sus labores fueron una sucesión de desaciertos, tropiezos y desajustados embroques.

Sin torear ni consentir lo suficiente a toros distraídos que pedían mando, necesitaron de la ayuda constante de los capotes de los auxiliadores para centrar las embestidas, pero ni aun así lograron momentos con un mínimo temple y lucimiento, ni al clavar ni al torear.

Por el hecho de confirmar alternativa, abrió plaza el burgalés Óscar Borjas, que sacó cinco caballos tordos tras una pomposa ceremoia y que, aun así, hizo una faena a menos con un toro que fue a más.

El más veterano, Roberto Armendáriz, actuó así en segundo lugar sin llegar a templarse ni a reunirse con las banderillas frente a un astado que embistió a arreones, para terminar cortando una oreja de escaso valor cuya petición solo es explicable por su prontitud al matar.

Más garra y voluntad puso el aragonés Mario Pérez Langa, que calentó con sus alardes de doma, aunque todos sus intentos estuvieron marcados por el nerviosismo y una excesiva velocidad, para dejar los hierros siempre con ventaja, cuando los cuernos del bravo sexto estaban ya en la grupa de sus caballos.

De la desafortunada representación española solo puede salvarse al madrileño Iván Magro, que empleó mucha más garra y sinceridad ante las bruscas arrancadas del tercero, al que lidió con limpieza y precisión menos a la hora de matar.

Madrid, jueves 11 de agosto de 2022. Escasa entrada (4.857 espectadores según la empresa)

Toros de Fernando Cruz, despuntados para rejones, todos cinqueños, bien presentados y de juego dispar, aunque con escaso celo y poca entrega en sus embestidas, salvo quinto y sexto, más encastados.

Roberto Armendáriz, oreja.

Iván Magro, ovación tras aviso.

Francisco Palha, oreja con fuerte petición de la segunda.

Miguel Moura, ovación.

Óscar Borjas, que confirmó alternativa, ovación tras leve petición.

Mario Pérez Langa, palmas.

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