Los cirujanos taurinos denuncian carencias en la asistencia a heridos

Los miembros de la Sociedad Española de Cirugía Taurina han denunciado un aumento de ilegalidades, carencias y malas praxis en la asistencia a heridos por asta de toro en plazas menores y festejos populares de toda España, en una reunión informativa celebrada este lunes en el coso de Las Ventas.

Los directivos de esta entidad, que agrupa a la gran mayoría de cirujanos especializados en este tipo de percances y a los titulares de las enfermerías de las principales plazas españolas, han reivindicado la importancia de su trabajo, afectado en algunos lugares por el intrusismo profesional y por el frecuente incumplimiento de las exigencias reglamentarias en esta materia.

El doctor Antonio María Mateo, jefe de la enfermería de la plaza de Valladolid, ha hecho hincapié en la necesidad de subsanar las deficiencias observadas en muchos cosos de menor categoría y en la necesidad de establecer, más allá de las transferencias autonómicas, un reglamento taurino unificado a nivel nacional en los aspectos sanitarios, cuyo proyecto ya han trasladado al Gobierno de España.

Esta problemática se ha puesto de manifiesto especialmente este último verano, cuando varios toreros heridos han tenido que volver a ser operados en centros hospitalarios para corregir de urgencia los errores cometidos en las primeras intervenciones de algunos equipos médicos destinados a este tipo de plazas.

El secretario de la Sociedad, doctor Enrique Crespo, ha dado datos más concretos al asegurar que en la temporada de 2016 solo el 70 % de los 1.598 festejos formales celebrados en España tuvo una cobertura médica "aceptable", mientras que el resto no contó ni con los requisitos mínimos, lo que supone "una infracción muy grave".

Los cirujanos taurinos señalan como principales aspectos la laxitud en el cumplimiento de la reglamentación sobre enfermerías, tanto por parte de las empresas como de los delegados gubernativos, el mal estado de muchas de ellas o el uso de inadecuados quirófanos móviles, así como, por carencia de personal, la contratación de equipos médicos poco cualificados en la materia, llegando incluso al intrusismo profesional.