Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El mexicano Luis David Adame, que cortó la única oreja de la décima de San Isidro, reconocía a Efe al término de la corrida que se marchaba "súper feliz", porque "por fin he podido torear como siempre había soñado".
"Ha sido una tarde muy importante. Posiblemente la más emocionante de mi carrera. He disfrutado muchísimo primero por el toro, que ha sido extraordinario, y después porque he notado la entrega de Madrid desde el minuto uno, y eso es algo indescriptible", aseguraba el mexicano.
Sobre la faena y el toro de Juan Pedro Domecq al que cortó el apéndice, el joven espada de Aguascalientes desvelaba que: "Ha sido un toro bravo, exigente, de esos con los que no valen las medias tintas, y creo que más entregado no he podido estar; he toreado con el alma y Madrid lo ha captado".
"La pena ha sido no poder redondear la Puerta Grande, pues el sexto ya no ha sido igual. Pero bueno, me voy satisfecho, feliz y con ganas de volver para redondear lo que hoy dejé a medias", concluía.
El director de lidia, Juan Serrano "Finito de Córdoba" salía de plaza con la sensación del "deber cumplido" después de haber logrado algunos detalles aislados de toreo caro ante un lote de muy poco fuste.
"Ninguno de los dos me ha dejado romperme de verdad, pero así y todo he pegado alguno en los que me he sentido de maravilla, de esos que paladeas, pero, claro, sin poder redondear ninguna de las dos faenas", reconocía.
Finalmente, el joven Román, que cumplía su segundo paseíllo en San Isidro, abandonaba el coso capitalino visiblemente decepcionado, por culpa de un lote "imposible" para llegar al triunfo en la primera plaza del mundo.
"Ha sido una pena, porque mi primero se ha acabado enseguida y el otro no ha transmitido nada. Lo he intentado de todas las formas posibles, pero así es imposible llegar a la gente, y menos en Madrid, donde todo es tan difícil y tan de verdad", finalizaba.