PALACIO VISTALEGRE
Manuel Perera se lleva La Oportunidad
El alumno de la Escuela de Badajoz se impone en una final en la que salió a hombros Juan José Villita.
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Después de dos clases prácticas, La Oportunidad recuperada para este fin de temporada en la plaza de Vistalegre llegaba a su final. Tres novilleros, tres estilos, tres Escuelas… y un mismo objetivo, alzarse con este certamen que otorga marchamo de esperanza de futuro.
La Oportunidad fue reñida hasta en la votación final del jurado y fue Manuel Perera, otro producto de la ‘Factoría Luis Reina’ de la Escuela Taurina de Badajoz, quien se llevó camino de la A-5 la satisfacción del triunfo final y las magulladuras de las palizas recibidas.
Si estuvo valiente con el tercero de la mañana, imponiéndose a base de mando y firmeza de plantas, la explosión llegó al natural con el enclasado sexto. Pese a las varias volteretas sufridas, el joven novillero corrió la mano con expresión y cierto gusto. Un novillero, ‘en novillero’ que paseó una oreja como recompensa antes de ser proclamado triunfador.
Juan José Villita fue el triunfador numérico de la matinal y se llevó, al menos, el gusto de salir a hombros del Palacio Vistalegre. El toledano, alumno de la Escuela Taurina Yiyo de Madrid, cortó una oreja a su primero por una faena efectista y bien ligada. Sin embargo, lo mejor de su actuación y de la mañana llegó en el quinto. Dos tandas a derechas de hombros caídos, riñones encajados y temple sublime que pusieron al coso carabanchelero en pie. Otra oreja cayó para abrir la puerta grande.
Abrió plaza el eral más claro y enclasado del sexteto del hierro de Guadajira. El salmantino Vicente Hoyos manejó las telas con soltura pero faltó la profundidad con la que sorprendió el viernes. La oreja la paseó en el cuarto, esta vez mostrándose empeñado en el toreo de cercanías.
Madrid, domingo 19 de noviembre de 2017. Final de La Oportunidad.
Erales de
, correctos de presencia y de bonitas hechuras. Con movilidad aunque faltos de clase. Sólo la tuvieron primero y sexto.
Valentín Hoyos, saludos tras aviso y oreja tras aviso.
Juan José Villita, oreja y oreja tras aviso.
Manuel Perera, ovación tras aviso y oreja tras aviso.