CÓRDOBA

Morante, un capote y una muleta sublimes con una espada sin afilar

La Corrida de la Hispanidad de Córdoba dejó una gran faena sin espada de Morante y detalles sueltos de Juan Ortega en su primera faena. Defraudó la corrida lidiada de Jandilla.

Ceñida media verónica de Morante de la Puebla a su primer toro de Jandilla

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Se llenó la plaza de toros de Córdoba dentro del aforo permitido a la llamada de dos toreros sevillanos. Un suspiro duraron las entradas en taquillas el mes pasado para un festejo que anunciaba a Morante de la Puebla y Juan Ortega. Dos toreros sevillanos, dos toreros de inspiración y arte, pero con distintas maneras de interpretarlo. El gato al agua, sin triunfo tangible, se lo llevó el veterano. Morante, de haber tenido la espada afilada, podía haber salido del coso de Los Califas con más de un trofeo en el esportón. Pero ahí quedó una de las mejores tardes del torero cigarrero en los últimos años.

Se frenó y escarbó el primero de Jandilla nada más llegar al capote de Morante. Se lo pensó para tomar el segundo lance y salió de najas. Esa tendencia a meter el hocico entre las pezuñas la mantuvo durante buena toda su lidia. Apenas si sintió el castigo de la puya, tampoco ayudó el exceso de capotazos durante el tercio de banderillas. Morante se mostró paciente con el toro. Probándolo de primeras y aprovechando esa media embestida que tuvo su oponente para acompañar con empaque y gusto. Una tanda por cada pitón con ese planteamiento fue lo más destacado de una faena breve. La espada asomó por el costillar del toro.

Trincherazo de Morante de la Puebla al quinto toro de Jandilla este lunes en Córdobva

Trincherazo de Morante de la Puebla al quinto toro de Jandilla este lunes en Córdobva

El tercero fue un astado que no se definió en los primeros tercios y que se movía sin celo ni entrega. Muy comprometido Morante, tuvo cabeza y muñecas para ir poco a poco metiendo al toro en la muleta. Muy firme y asentado, todo creció ya mediado el trasteo cuando a derechas dejó un par de tandas de tremenda intensidad. Enganchando al toro, pasándoselo por la faja y rematando por debajo de la pala del pitón. Torería y mando a partes iguales. Pero un pinchazo y una estocada atravesada dejó todo en una ovación como reconocimiento.

Pero donde llegó la gran obra de Morante fue con el quinto, un animal vareado de carnes que tuvo más motor que los anteriores. Quitó el de La Puebla por chicuelinas y respondió Ortega con el mismo lance aunque más ligero en el mando. En el último tercio, José Antonio dejó una faena variadísima y artística. Hubo pases y remates de todas las marcas. Pero todos preñados de su innata torería. Hubo tandas a derechas de ralentizado temple y una al natural que fue pura orfebrería. Y unos pases de pecho llevando toreada la embestida del de Jandilla. Las manoletinas finales, muy personales, dieron paso a dos pinchazos hondos que necesitaron del verduguillo. Aún así, Morante fue obligado a dar una aclamada vuelta al ruedo.

Torero inicio de faena de Juan Ortega a uno de sus toros de Jandilla

Torero inicio de faena de Juan Ortega a uno de sus toros de Jandilla

Juan Ortega se las vio en primer lugar con un toro muy medido de casta y empuje con el que hubo un conato de pique en quites. Por verónicas Morante y por el mismo palo Ortega. Muleta en mano, el sevillano hilvanó una faena en dos partes. La primera basada por el píton derecho, por donde el toro iba y venía a su aire. La segunda, cuando se echó el engaño a la zurda y surgieron varias tandas no del todo redondas, pero que tuvieron varios muletazos al ralentí y armonía en las formas. Se jaleó más el concepto que la resolución, impactados los tendidos ante el torero de Juan Ortega. La pena fue que la estocada viajase a los bajos y todo quedase en una ovación.

El cuarto llevó el hierro de Vegahermosa y fue uno de los dos garbanzos negros del encierro de Borja Domecq Noguera. Siempre con medias arrancadas y haciendo hilo cada vez que podía, hasta en un par de ocasiones pudo llevarse por delante a Juan Ortega. No hubo posibilidad de armar faena con este ejemplar. Lo cazó al tercer intento y fue silenciado.

El otro garbanzo negro fue el cerró plaza, un ejemplar de seria cabeza pero nulo fondo de casta. Sin celo ni entrega, dejó pocas opciones a Ortega. Abrevió y se agradeció.

Córdoba, lunes 12 de octubre de 2020. Corrida del Día de la Hispanidad. Lleno de ‘No hay billetes’ sobre el aforo permitido.

Cinco toros de

y uno de

(4º), de correcta presentación aunque de desiguales hechuras. Conjunto bajo de casta y empuje. Tuvo clase el segundo y movilidad el quinto, los únicos medio potables. El resto, de escasas opciones.

Morante de la Puebla, silencio, saludos y vuelta al ruedo.

Juan Ortega, saludos, silencio y silencio.

Incidencias: Sonó el Himno Nacional cuando los toreros asomaron al ruedo y se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Covid-19 tras el paseíllo.

Paseíllo en la plaza de toros de Córdoba el último Día de la Hispanidad

Paseíllo en la plaza de toros de Córdoba el último Día de la Hispanidad