MÉXICO
El Niño de la Capea, 50 años de alternativa y una reaparición como proyecto
El diestro salmantino se hace viral en redes sociales tras un vídeo toreando en México en el que muestra su gran estado de forma.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En el rancho “El Colomo” en la localidad de Soyatlan del Oro del municipio de Atengo, Jalisco, se encuentra la Ganadería de San Constantino, propiedad de Juan Pablo Corona Rivera, quien junto a su familia abrieron las puertas de su casa ganadera a el maestro Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea” y a su hijo el matador Pedro Gutiérrez “El Capea” para realizar labores de campo bravo.
El día tenía todos los ingredientes para ser especial, un tentadero impecable, el sol en su máximo esplendor, el deleite de los anfitriones al recibir a la máxima figura del toreo y consentido de la afición mexicana Pedro Moya “El Niño de la Capea” quién se encuentra en plena preparación de cara a un acontecimiento especial este 2022 en el que cumple 50 años de alternativa.
El diestro salmantino, en declaraciones al fotógrafo y comunicador Oskar Ruízesparza, comentó que este viaje al campo bravo mexicano le ha hecho “sentir joven y me trae a muchos años atrás y el sentir la embestida del toro mexicano, la despaciosidad esa de los remates, del muletazo tan característico y tan típico de México y que solo se puede hacer aquí con el toro mexicano, para mi ha sido una gozada”.
El Niño de la Capea reconoció su preparación de cara a celebrar su 50 aniversario de matador de toros en una corrida con su hijo Pedro y su yerno Miguel Ángel Perera: “Es un proyecto para conmemorar eso, voy a empezar ver cómo me siento, dentro en un par de meses o tres empiezo a hacer ejercicio para que pierda unos kilos y a ver cómo me voy sintiendo, la idea es muy bonita, creo el el único torero en activo que puede hacer una cosa de esas soy yo y si puedo no voy a desaprovechar la oportunidad”.
Pedro Gutiérrez Moya relató también su particular relación con el país azteca al explicar que “México me dio una cosa que me estaba quitando España, que era el sentirme artista, el torero necesita sentirse artista, no solamente valiente, poderoso, que es lo que entonces yo me estaba sintiendo, pero me falta algo, esa sensación de que uno expresa algo como artista, y yo creo que México me dio esa sensación de artista por lo que me transmitió el temple, lo que me transmitió la templanza, Y quizás es donde ahí evolucionó mi toreo, probablemente la mejor parte de mi vida como torero fue después de sentir esas cosas en la temporada 85-86”.