AZPEITIA (GUIPÚZCOA)
Nuevo triunfo de Daniel Luque y buen toreo de Morante y Diego Carretero
El sevillano Daniel Luque ha cortado dos orejas este lunes en el último festejo de la Feria de San Ignacio de Azpeitia.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Daniel Luque, que recogió al finalizar el paseíllo el premio al triunfador de la última edición de esta feria guipuzcoana, celebrada en 2019, ya le hizo una buena faena a su primero, un toro con buen son al que ligó muletazos con oficio, solo que la tardanza en caer del animal impidió que fuera premiada.
Más intensidad tuvo su labor con el quinto, que tuvo sus complicaciones pero con el que Luque se impuso con poder, ligando muletazos sin quitarle la muleta de los ojos, para rematar con sus típico alardes y matarlo, esta vez sí, de un contundente espadazo.
En cambio, no "tocó pelo" Morante de la Puebla, pero a nadie le importó, porque el artista sevillano volvió a dar una antología de toreo de clásica pureza, sobre todo con el primero, que, como tuvo clase, fue el más adecuado para su profundidad y su temple con capote y muleta.
Tampoco se premió esta obra porque el toro no cayó pronto, mientras que con el quinto, aunque le cuajó en varias series de gran categoría con la mano izquierda, el de la Puebla hubo de conformarse con una vuelta al ruedo en tanto que el de La Palmosilla perdió fondo y fuelle mediada su lidia.
El toro más deslucido, y terciado, de la tarde le tocó en primer lugar al albaceteño Diego Carretero, que aun así dejó con él momentos de calidad, para desquitarse con el sexto, el más hondo y el más bravo del sexteto, al que el joven espada hizo un toreo entregado y hondo para cortarle una oreja de peso.
Azpeitia (Guipúzcoa), lunes 1 de agosto de 2022. 3ª de Feria. Lleno de 'No hay billetes'.
Toros de La Palmosilla, dispares de presencia pero de buen juego en general, entre los que destacaron primero y segundo por su clase y nobleza y el sexto por su bravura.
Morante de la Puebla, ovación tras petición y vuelta.
Daniel Luque, ovación tras aviso y dos orejas.
Diego Carretero, silencio y oreja.