FINAL CICLO SEVILLA

Pepe Martínez gana la promoción

El novillero de Valencina de la Concepción ha cortado dos orejas y ha sido proclamado triunfador del ciclo sevillano.

Pepe Martínez en su salida a hombros de Sevillas tras proclamarse triunfador del ciclo de promoción

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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No fue exactamente íntegro el toreo mostrado en la calurosa noche sevillana, sin embargo, sí valió para captar la atención de un público que vibró con la actitud y las diferentes maneras de tres deseosos de ser torero.

La Maestranza volvió a mostrar su ambiente característico en estas noches de toros con la expectación ante el hacer y decir de tres jóvenes en busca del triunfo. La bien presentada novillada de Gabriel Rojas puso a prueba a los tres finalistas que, con sus diferentes conceptos, intentaron mostrar el toreo de su sus sueños.

Quien más expuso y más demostró fue Pepe Martínez, pese a que sus respectivas lidias no alcanzaron el nivel deseado. Hubo de todo, pero no con esa calidad que atisbó en la primera novillada del ciclo. Hubo buenos y templados muletazos diestros con el noble primero, un buen novillo, al que también la trazó algún que otro natural y, sobre todo, notables pases de pecho dibujados con exquisito gusto y personalidad. Momentos de buen toreo en una faena desigual. Entró la espada y le pidieron la oreja que despaciosamente paseó.

Con el cuarto, un molesto novillo aunque de embestida humillada, no dudó en irse a los medios y postrarse de rodillas delante de la puerta de chiqueros. Vació la embestida de larga cambiada y lanceó después vibrante con el capote. Martínez consiguió con la derecha los muletazos más logrados. Fue una lidia desigual en la que no faltó el buen gusto en momentos de interés. Mató de estocada y la oreja en su manos no se hizo esperar.

A Jorge Hurtado pareció habérsele olvidado el toreo de capote. No estuvo bien con cada uno de su dos novillos. Pero sí intentó meter en las telas las embestidas del buen tercero. Tras un inicio por alto templó con la derecha e hilvanó las embestidas de un novillo que humilló con calidad. Dibujó naturales de forma desigual. Trazos limpios y claros y otros punteados. Faena de detalles, de buen gusto por momentos, aunque sin profundizar. Media estocada bastó para certificar la oreja que su gente le pidió.

El sexto fue un eral con hechuras de novillo, molesto y a la defensiva, al que no le dudó el coriano. Dejó muestras de su buen temple en contados muletazos diestros, dejando para el final ese torteo que seduce y se disfruta en detalles de trinchera y toreo por abajo. Fue escaso el contenido en una faena larga prolongada por el mal manejo de la espada.

Y Manuel Troncoso. El palaciego de la escuela taurina de Utrera volvió a mostrar ganas y una evidente inmadurez técnica. El capote no es lo suyo y con la muleta mostró un toreo con atisbo de despaciosidad. Se impuso a la dificultad de las embestidas y logró momentos de interés con la derecha. Tiene buen gusto en su concepto demostrado en un final con detalles muy toreros. Con la espada no estuvo bien.

Más inseguro se le vio en la lidia al quinto. Tal vez molestado por el viento se vio sorprendido por una embestida a la defensiva. El natural resultó punteado, y ya en el epilogo de la lidia volvió al detalle de la trinchera en un final de lidia mas templado. Con los aceros se eternizó.