29ª FERIA DE SAN ISIDRO

Revista de prensa: Dos toros y dos toreros

Consulta las principales crónicas publicadas sobre el vigésimo noveno festejo de la Feria de San Isidro.

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Redacción Toros

Publicado el - Actualizado

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"La firmeza de Robleño, el gran especialista en Escolar", por Sixto Naranjo (COPE.ES)

En redondo hubo muletazos largos y empacados. Al natural, cuando la primera tanda comenzaba a coger vuelo, el toro le tropezó el engaño y él perdió la vertical. Un milagro que el toro se quedase fijo con la muleta y no hiciese por él. Dos tandas postreras a derechas acabaron por apurar lo que tenía el toro. Gran dimensión de Robleño.

"Gris en el cielo y en el ruedo", por Andrés Amorós (ABC)

Destacan el segundo, por sus suaves embestidas, y el último, por su transmisión; los demás, ni fu ni fa: no han dado facilidades para el triunfo pero tampoco muestran un peligro evidente –y una emoción– como los de Saltillo. En el segundo, se luce Robleño en suaves muletazos. En el último, Luis Bolívar logra excelentes naturales y se vuelca, en una estocada espectacular.

"Bolívar enseña a 'Chupetero', el toro que vino a salvar el honor de Escolar", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)

El cielo pintaba cárdeno como los toros de José Escolar, tormentoso como la gresca tabernaria tuitera. La posverdad del torismo pretende imponer una realidad inexistente. Ojalá fuera otra. Como la de Chupetero a última hora. Tan generosamente mostrado por Luis Bolívar, tan lucido, tan enseñado a la parroquia y, ojo, tan bien toreado en su izquierda.

"La entrega y generosidad de Bolívar mereció más", por Patricia Navarro (LA RAZÓN)

Tomó el de Escolar la muleta con ese ritmo maravilloso que imprimió el colombiano con los vuelos del engaño. Delicioso verlo. Momento mágico. Respondió el toro, aunque tardó poco en salir del embroque sin rebosarse, sin acabar de entregarse del todo. Volvió a jugarse los muslos el torero por el derecho y cuando estaba ya al límite la faena se perfiló en la suerte de matar y fue sobrecogedor. 

"Añoranza de una buena bronca", por Antonio Lorca (EL PAÍS)

Bolívar se marchó al hotel entre el silencio a la muerte de su bondadoso primero y unas palmas al finalizar su labor en el sexto, otro toro que le ofreció posibilidades de éxito. Y, con toda seguridad, alguien tratará de convencerlo de que él no es el culpable, que estuvo bien con los toros y que fue la dificultad de estos la que impidió que saliera por la puerta grande.

"Dos "escolares" de claro triunfo desaprovechados en una tarde casi plana", por Paco Aguado (EFE)

En una tarde de casi plano desarrollo, dos toros de la divisa de José Escolar, los lidiados en tercer y sexto lugares, ofrecieron hoy en Madrid unas claras opciones de triunfo al colombiano Luis Bolívar, que no llegó a aprovecharlas a falta de un punto más de decisión y de firmeza.

"Luis Bolívar y la fluidez al paso de José Escolar", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)

Bolívar toreaba suave, con la velocidad en la palma. A Chupetero el fondo se le acababa, salía a su aire del muletazo y el matador trataba de tapar ese defecto. La faena no remontó lo suficiente. Y en la última parte hubo indefinición. 

"La corrida de Escolar exigió y dos toros se templaron", por Carlos Ilián (MARCA)

Una tarde a medias, en la que la corrida de José Escolar dejó un margen para lucir sus condiciones, esas que van desde arriesgar hasta templarse. Hubo de todo en esta corrida de albaserradas de muy justa presentación, especialmente los tres primeros toros, pero su juego ha tenido ese componente de emoción a ratos, de peligro en otros y de mucha clase en embestidas templadísimas.

"Un azar irreverente. Y cabrón", por Carlos Ruiz Villasuso (MUNDOTORO.COM)

Hubo algo de mágico silencioso en una corrida inteligentemente enlotada por el azar, que si tiene inteligencia: se intercalaron segundo y sexto como toros toreables junto a dos agrestes, primero y quinto, dotando a la arde de una coherencia narrativa de realismo mágico.

"Esfuerzos sin recompensa de Robleño y Bolívar en Madrid", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)

Tras un desarme, Robleño se centró mucho en la faena. Alcanzó momentos de profundidad con el temple mexicano del escolar, que estuvo falto de poder. Robleño continuó por la línea de la verdad, cruzándose mucho en todo momento. La estocada fue corta y tuvo que utilizar el descabello. Saludó la ovación que le tributó el público.

"Morir en la horilla opuesta", por Marco Antonio Hierro (CULTORO.COM)

Cierto es que no fue rotundo, que hubo lagunas en el transcurso de un trasteo que no alcanzó su mejor nivel cuando Luis usó la diestra. Pero hubo naturales excelsos que no están al alcance de cualquiera que pisa este ruedo. Eso sí, intercalados entre tandas más humanas, menos gloriosas, más alejadas de la profunda exigencia entregada del buen Chupetero, otro toro para el Olimpo de Madrid.

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