PORTUGAL
El sector taurino portugués se moviliza ante la prohibición de la asistencia de los menores a los toros
PROTOIRO ha presentado una combativa campaña de comunicación para plantar cara a la pretensión política de prohibir la entrada a los menores a los festejos taurinos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Puesto que la formación gobernante, el Partido Socialista, necesita del apoyo del partido animalista PAN para sacar adelante el Presupuesto General del Estado para 2021, la limitación de acceso de los menores de edad a los espectáculos taurinos se ha convertido en uno de los aspectos que se está negociando a nivel parlamentario.
Es en este contexto, la Federación Portuguesa de Tauromaquia (PROTOIRO) ha lanzado una campaña a través de su marca de comunicación TOURADAS. El objetivo de la cartelería es provocar la reflexión de los parlamentarios, a quienes se les presenta la siguiente pregunta: “¿Conoces ya a los nuevos padres de tus hijos?”.
El cartel se refiere al primer ministro António Costa y a André Silva, líder del PAN, quienes aparecen retratados junto a la pregunta con ánimo de exponer el ataque a la libertad de elección y a la libertad educativa que perpetrarían Costa, Silva y sus formaciones en caso de convertir al Estado en el decisor de la edad de acceso a los festejos taurinos. Los carteles también recalcan que “la libertad de educar a los niños corresponde a los padres y no a los políticos”. Además de empapelar los alrededor de la Asamblea, la campaña de PROTOIRO también se extenderá a las redes sociales, donde se difundirán materiales similares.
La Federación Portuguesa de Tauromaquia recuerda en un comunicado que los menores son ciudadanos de pleno derecho y, por lo tanto, este intento de limitar su acceso a un espectáculo cultural choca con la obligación constitucional del Estado de promover la accesibilidad de todos los ciudadanos a la Cultura en todas sus manifestaciones.
PROTOIRO subraya también que las restricciones planteadas no cuentan con respaldo ciudadano y, peor aún, proponen la aprobación de una medida para la cual no existe base científica, puesto que existen numerosos estudios que avalan la asistencia de menores a los toros.
De hecho, PROTOIRO denuncia que la pretensión de impedir que los menores vayan a los toros es un intento de atacar la tauromaquia impidiendo que abuelos y padres transmitan su cultura a sus hijos y nietos, creando una brecha generacional en el cultivo de dicha afición. Los niños, sus derechos y libertades, se utilizan así como moneda de cambio en un mero juego político de mayorías parlamentarias.
Recientemente, se lanzó una petición contra esta medida (https://peticaopublica.com/pview.aspx?pi=EN94978), que ya cuenta con 16.000 firmas. En dicha petición se recalca que la legislación lusa establece claramente que “el Estado no puede programar la Educación y la Cultura de acuerdo con lineamientos filosóficos, estéticos, políticos, ideológicos o religiosos” e igualmente se indica que “toda persona tiene derecho a la cultura”, algo que el Estado debe “promover” al favorecer su “democratización”, con el libre “acceso” y “disfrute” de la “creación cultural” por parte de “todos los ciudadanos”.
Helder Milheiro, secretario general de PROTOIRO, explica que “estas propuestas son una afrenta a los derechos de los niños y de los padres, ya que no existe base científica para tomar estas decisiones y, según la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, la responsabilidad de educar depende esencialmente de los padres. Por lo tanto, no debe ser competencia del Estado, ni de los grupos políticos, el decidir quién puede y quién no puede asistir a las corridas de toros. Además, la opinión de los menores es fundamental y su libertad de participar en la vida cultural y artística es un derecho consagrado en la Convención y en la Constitución portuguesa. La libertad cultural es un derecho especialmente protegido por la ley y haremos todo lo posible para defenderlo, no solo por aquellos a quienes les gustan las corridas de toros, sino por todos los portugueses que tienen derecho a ejercer su libertad cultural sin injerencias políticas”.