MADRID
Una gran faena de Uceda en la seria confirmación de Francisco de Manuel
La Corrida Goyesca del 2 de mayo dejó una vuelta al ruedo para Uceda Leal tras una notable faena sin espada.
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Dos madrileños para poner argumentos al 2 de mayo goyesco en Las Ventas. Uceda Leal y Francisco de Manuel, dos generaciones marcadas por la torería innata del Foro. Un concepto para reivindicar que Madrid es cuna del toreo más clásico y puro.
Uceda Leal regresaba a Las Ventas para dictar, quizá, su faena más rotunda en sus más de 25 años de matador de toros en Madrid. Corrió turno tras ser devuelto el segundo de El Cortijillo. El que iba a ser lidiado como cuarto le regaló unas embestidas que el torero de Usera cuajó a la perfección. Muy vertical a derechas, con ese temple empacado y esa figura que nunca se descomponía. Pero el cante grande llegó al natural. Dos tandas rotundas de toreo largo y profundo. Y una más ya cambiada la espada en la búsqueda del doble trofeo. Más cerrado el compás, pero igual largura e intensidad. Sin embargo, falló en su baza más segura. La espada viajó a los bajos y lo que iba camino de triunfo quedó reducido a una vuelta al ruedo tras una petición de oreja que el presidente Gonzalo de Villa Parro no atendió. Don Erre que Erre siguió en su intento de empeorar su lamentable trayectoria en el palco de Las Ventas.
El sobrero saltó en cuarto lugar. Fue el de mayor peso del encierro de los hermanos Lozano. Un animal al que le costó entregarse y tomar los engaños por abajo. Uceda tiró de firmeza para hacerle romper hacia adelante. A derechas lo admitió. Al natural le costó un mundo. Un pinchazo hondo y un golpe de descabello fuero el preludio a una ovación saludada desde el tercio.
Llegaba Francisco de Manuel a Las Ventas para confirmar su alternativa. Tras su buena imagen mostrada el pasado sábado en la Copa Chenel, el torero madrileño dejó el marchamo de torero con proyección y merecedor de nuevas oportunidades. El toro de la ceremonia no terminó de humillar y de soltarse de los engaños. Se atornilló al piso Francisco, que corrió la mano con temple y aplomo. La estocada, arriba. Pero el toro tardó en caer y sonaron dos avisos. La ovación sonó a recompensa cabal.
Pero si firme estuvo con ese toro, aún más se mostró con el sexto. El de El Cortijillo manseó en los primeros tercios, pero acabó admitiendo la pelea que le planteó De Manuel. Las dos últimas series al natural tuvieron la impronta de toreo caro. Mano baja, ligazón y profundidad para elevar la nota media de su actuación. Otra buena estocada dio paso a una leve petición que dejó todo en una nueva ovación que fue el justo reconocimiento de la afición de Madrid a su seria tarde.
Antonio Ferrera desplegó su capacidad y su concepto variado e imprevisible ante su primer toro, un animal que tardó en definirse en los primeros tercios. A derechas toreó con relajo y casi al ralentí. Destacó una tanda al natural por el pitón derecho, en la que llevó muy cosida la embestida del toro al engaño. Pero la estocada cayó baja y redujo la nota media del conjunto.
El quinto, protestado por su falta de remate en los cuartos traseros, fue un animal mansito que no rompió nunca. Como tampoco la faena de Ferrera.
Madrid, lunes 2 de mayo de 2022. Corrida Goyesca. Poco más de un cuarto de plaza (6.463 espectadores según la empresa)
Toros de El Cortijillo, el 4º como sobrero tras devolverse el 2º. Bien presentados, de parejas hechuras y de juego desigual. Destacó la nobleza enclasada del segundo. El resto, manejables en distinto grado pero sin terminar de romper.
Uceda Leal, vuelta y saludos.
Antonio Ferrera, silencio y silencio.
Francisco de Manuel, que confirmaba alternativa, saludos tras dos avisos y saludos tras aviso.