FERIA DE LA COMUNIDAD
Una tómbola llamada Las Ventas
Generosa Puerta Grande para el debutante Diego García, que desoreja a un buen sobrero de Casa de los Toreros.
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De un tiempo a esta parte, el palco de Las Ventas se ha convertido en un lugar en el que habitan presidentes de nulo conocimiento taurino y, peor aún, de un criterio muy alejado de la categoría que debe primar a la hora de impartir justicia en la primera plaza del mundo.
Decisiones arbitrarias, distintas varas de medir a la hora de aquilatar actuaciones de los de luces, compensaciones aburdas, ligereza a la hora de conceder trofeos, inválidos que se mantienen en el ruedo… sigan sumando desatinos que seguro que nos quedamos cortos.
Lo vivido este domingo viene a sumar una muesca más en esas decisiones que menoscaban la categoría de la Monumental madrileña, convertida en una tómbola en el que cualquiera puede salir agraciado y que hoy ha tenido como inquilino del palco al ínclito Gonzalo de Villa Parro, incapacitado para seguir ejerciendo el puesto de presidente de la plaza de toros de Las Ventas.
El afortunado hoy ha sido Diego García en su debut como novillero en el coso venteño. Dos orejas cortadas al sexto novillo después de una actuación a un buen sobrero de Casa de los Toreros. Hubo una tanda notable, al natural. Ligazón, temple y profundidad aprovechando la enclasada embestida de su oponente. Y una trincherilla que hizo crujir a los tendidos. El resto de la faena navegó por otros derroteros menos rotundos. Faena breve que coronó de un espadazo que produjo vómito y que tiró patas arriba al novillo. Entonces la petición se desató y, lo que debía haber sido una oreja de mérito y peso, dio paso a dos trofeos muy discutidos y discutibles.
El resto de la novillada tuvo muchísima menos historia. Y todo por culpa de una novillada de María Cascón tan dispar de hechuras y remates como ayuna de fortaleza y casta. Dos utreros volvieron rumbo a los corrales y alguno más pudo correr igual suerte. Lejos quedan los recuerdos de “Buscón” y la vuelta al ruedo que tuvo como premio en el verano venteño del 2009.
No comenzó de la mejor manera la miniferia de la Comunidad de Madrid al asomar el pañuelo verde con el primer novillo anunciado del hierro salmantino. Se protestó de salida su afilado perfil y después no pasó el fielato del tercio de varas. Blandeó en exceso y se derrumbó definitivamente antes de que los subalternos tomasen los palos. El sobrero lució el hierro de El Parralejo. De mayor corpulencia, pero menos ofensivo por delante. Tuvo buen ritmo de salida y le sirvió a David Garzón para para jugar los brazos con soltura a la verónica. Después, el utrero se fue desfondando poco a poco pese a su bondad. El ecuatoriano lo administró en tandas cortas, templadas. Pero esa corrección en las formas no terminó de prender en los tendidos. Hasta el tercer encuentro no lo cazó con la espada.
El cuarto fue otro utrero endeble y deslucido con el que Garzón solo pudo poner voluntad. Le tropezó en varias ocasiones la muleta y la faena no tuvo nunca visos de despegar. Tras una estocada atravesada, se le atragantó el descabello.
Miguel Senent “Miguelito” llegó a Madrid este domingo para trenzar su primer paseíllo en Las Ventas. No tuvo suerte en el primer novillo que tuvo que lidiar. Un auténtico inválido que el palco no quiso devolver y con el que Miguelito lo intentó pese a las continuas costaladas de su oponente. Abrevió con buen criterio.
El quinto tuvo mayor fortaleza de remos, pero sacó una movilidad desclasada ante la que el valenciano puso empeño y cierto mando por momentos. Sin embargo, aquello quedó en tierra de nadie y se atascó con la espada.
En el novillo de su presentación, Diego García se encontró con un novillo manso y rajado con el que se empeñó en un trasteo en el que ambos recorrieron todo el ruedo hasta en casi dos ocasiones. Huía el novillo y el madrileño le proponía una ligazón imposible por la condición del de Cascón. Una estocada casi entera, muy eficaz, prendió una petición de oreja que el palco no consideró mayoritaria. La vuelta al ruedo premió la disposición de Diego García.
Madrid, domingo 1 de mayo de 2022. 1ª Feria de la Comunidad. Algo menos de un cuarto de plaza (5.586 espectadores según la empresa).
Novillos de María Cascón, de astifinas defensas pero de muy desiguales hechuras. Flojos, sin casta ni clase cuando se movieron. Un sobrero de El Parralejo (1º bis), de correcta presencia, manejable, pero a menos. Otro sobrero (6º bis) de Casa de los Toreros, de amable presentación y con nobleza y clase en sus embestidas.
David Garzón, silencio y silencio tras aviso.
Miguel Senent ‘Miguelito’, silencio y silencio.
Diego García, vuelta tras petición y dos orejas.