MORÓN DE LA FRONTERA (SEVILLA)
Urdiales, Ortega y Aguado no merecían estos seis toros
Decepcionó el juego y presentación de los astados de Juan Pedro Domecq y Murube. Solo Juan Ortega pudo tocar pelo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cartel para el aficionado y ambiente de toros en Morón de la Frontera. Hay ganas de toros. Es cierto que la plaza no se llenó al completo, pero se quedaron pocas entradas en la taquilla. Incluso, aprovechando el España-Polonia que se disputará en Sevilla se este sábado, se vieron algunos polacos ataviados con sus camisetas y sus bufandas.
Tres de Murube (primero, segundo y sexto) y tres de Juan Pedro Domecq (tercero, cuarto y quinto).
En el primero de la tarde, Diego Urdiales recetó varios lances de cartel. Uno de ellos al ralentí, muy despacio, meciendo el capote como un paso de palio. Sensacional. Como extraordinaria fue la media verónica por el lado derecho. Y eso que salió suelto (muy de Murube) de salida. Iba y venía. Muy justo de todo el toro, con el son del encaste, pero con poca fuerza.
Para estos toros sólo cabe una pócima: torear despacio. Y ya fue con mucha parsimonia a pedir permiso al presidente y a brindar al público. La tarde fue muy ventosa y era complicado sacarse el toro a los medios.
Acarició las embestidas en las dos primeras tandas, acompañando las embestidas con mucha torería. Lo ponía toro Urdiales porque el toro llevaba poco dentro. Al natural no podía obligarle tampoco porque estaba cogido con pinzas el de Murube. Algún natural suelto sensacional. Posiblemente, si llega a tener más fondo, el final hubiese sido distinto.A destacar la naturalidad, colocación. Estocada. Ovación para Diego Urdiales y pitos en el arrastre para el toro.
El segundo de la tarde también fue de Murube. Más vareado. Predisposición de Juan Ortega con el capote, muy encajado, aunque el toro se acostaba al final del lance. Momento de apuro del picador Manuel Burgos (que también va a las órdenes de Urdiales), ya que el toro derribó al caballo y el del castoreño se quedó debajo del mismo. Al final, sin consecuencias. Intentó el quite Ortega, pero tampoco fue lucido ya que el toro salió suelto y se vencía en cada intentona. El toro fue más reservón y con la sensación de tener pocas ganas de embestir. Se rajó en la muleta al segundo muletazo. Lo intentó por los dos pitones, pero sin suerte. Era un toro sin clase, sin raza, sin nada. Hizo bien Juan Ortega en coger rápido la espada. Estocada casi entera y caída. Pitos para el toro. Palmas para Juan Ortega.
El tercer toro, primero de JP, salió con el pitón derecho partido. Fue pitado de salida, algunas palmas de tango, aunque no fue devuelto por el presidente. El banderillero Diego Ramón Jiménez tuvo un percance al dejar el toro en el caballo. Él sólo se lesionó. Terminó el capotazo y se lo tuvieron que llevar a la enfermeria.
Con la muleta, muy dispuesto Pablo Aguado, aunque el animal no fue gran cosa. Con mejores inicios que finales, sin humillar y terminando con la cara arriba en cada muletazo. Por el lado izquierdo no mejoró el toro. Mismos problemas. Pese a presentarle bien los trastos, cabeceaba mucho el toro al final del embroque. Media estocada tendida que necesita de descabello. Pitos al toro. Silencio para Pablo Aguado.
El cuarto, con más presencia, no se dejó torear de salida, aunque lo paró bastante bien Diego Urdiales. El de Juan Pedro salía desentendido de los capote, buscando las nubes más que los vuelos. Se frenaba al final de cada embestida. Se desmonteró "El Víctor" en banderillas.
Con la muleta, mismas dificultades. Sin raza, con la cara arriba, vamos, que no sirvió. Un auténtico marmolillo. Diego Urdiales se topó, otra vez (sí, otra vez) con un lote imposible. Bronca al toro. El quinto tampoco tenía buenas hechuras. Alto de agujas, poco cuellos, muy despegado del suelo. Embistiendo muy recto, sin salirse de los vuelos. No pudo lucirse Juan Ortega con la capa. Extraordinario Andrés Revuelta en banderillas y Perico de Cantillana. Los dos saludaron una gran ovación del respetable.
El inicio con la muleta fue muy torero. Pierna genuflexa llegando hasta los medios, muy en torero. Perdiéndole bien los pasos porque el de JP se quedaba cortito y le costaba salirse de los vuelos. Lo puso todo el matador sevillano. Muy metido en la faena desde el principio, pese a las complejidades del astado, que soltaba la cara en muchos de los viajes. No regalaba ninguna embestida, y eso que Ortega se colocaba perfecto. Firmeza absoluta. No se puede estar mejor. Juan Ortega atraviesa un gran momento y lo demostró en el quinto, que no hizo honor al dicho, ya que tampoco fue bueno. El bueno fue el torero. Estocada. Oreja.
El sexto tuvo más presencia, más alto, también acapachado, como el primero. De salida, Pablo Aguado intentó instrumentarle varios lances pero con poco éxito. Al toro le costaba desplazarse con clase. Animal grandón, que pasó más más embistió por el lado derecho. Aguado mandó a parar la música en la segunda tanda. Pegó derechazos de mérito. Ese pitón medio se dejó, sin llegar a ser nada del otro mundo. Pasó y Aguado lo intentó. Muy dispuesto el sevillano. Faltaba la clase, la profundidad, del buen toro, como en los cinco anteriores. Con la espada, le echó la cara arriba y metió la mano como pudo. Tuvo que descabellar siete veces. Dos avisos.
Hubo predisposición de los toreros, pero no acompañaron los oponentes. Ningún toro sirvió, ningún toro se desplazó y tampoco se rebosó en la muleta. Faltó materia prima.
Ni "Amistoso", ni "Triguero", ni "Talabartero", ni "Testigo", ni "Reñidor", ni "Diferente". Ninguno sirvió. Y mira que hay toros en el campo.
Morón de la Frontera (Sevilla), viernes 18 de junio de 2021. Tres cuartos del aforo permitido.
Tre toros de Murube (1º, 2º y 6º) y tres más Juan Pedro Domecq (3º, 4º y 5º), de escasa presencia y pobre juego en líneas ganarales.
Diego Urdiales, ovación y silencio.
Juan Ortega, palmas y oreja.
Pablo Aguado, silencio y silencio tras dos avisos.