ÁVILA

Ureña reaparece y triunfa al ritmo de 'Danzarín' en Arévalo

El murciano corta cuatro orejas, dos de ellas ante un toro de Garcigrande de vuelta al ruedo. Oreja para Castella y gran tarde sin espada y voltereta para Fortes.

Paco Ureña en su salida a hombros este sábado en Arévalo

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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El primer toro de Garcigrande cantó de salida lo que iba mantener durante toda su lidia. Su gran capacidad de humillación. Sebastián Castella lo aprovechó para firmar una faena larga en la que siempre mantuvo el pulso y el mando a la enclasada y fija embestidas de su oponente. Se le notó a gusto al diestro galo. La estocada cayó muy caída y eso redujo el premio final a una oreja.

El castaño segundo salió más mansito y huidizo. Paco Ureña volvía tras su cornada en Pamplona y pareció no resentirse de la pierna herida. El mérito de la faena del murciano fue aplicar mando y firmeza para ir metiendo en el canasto al de Domingo Hernández. Una vez conseguido, Ureña toreo con encaje y profundidad por ambos pitones. Todo muy ligado y reunido. Tras una estocada entera y contraria, fue recompensado con dos orejas.

El tercero fue otro astado bajo de raza que se movió con escasa clase además. Fortes, que había cuajado un notable saludo a la Veronica abrochado con una preciosa media a pies juntos, supo cogerle la distancia y la altura que demandaba el toro. Lo mejor llegó al natural en el último tramo de la faena. En los terrenos del toro, pero dotando de mucha profundidad a los muletazos. Gran dimensión del torero malagueño que emborronó todo por el mal uso del descabello tras una estocada delantera.

En cuarto lugar Castella lidió un ejemplar de noble y bondadosa condición con el que el francés se explayó en una faena de más cantidad que calidad. Muchos muletazos, templados y bien resueltos, pero que pellizcaron poco a los que poblaron los tendidos. Se pasó de faena y el toro no ayudó a la hora de cuadrarlo para entrar a matar. Una estocada pasada ralentizó la muerte del animal. La ovación final recompensó el empeño de Castella.

“Danzarín” fue el nombre del quinto ‘garcigrande’, un notable toro que llegó al último tercio embistiendo con encastada prontitud, profundidad y ritmo, sobre todo por el pitón izquierdo. Ureña, que había firmado un saludo a la verónica con compás y expresión, lo cuajó al natural en tandas de intensidad creciente y gran profundidad en el trazo. En redondo llegó también un par de tandas con largura y limpieza. Se fue tras de la espada con todo Ureña, que salió trompicado del trance. Justa la vuelta al ruedo para el toro y el doble premio para el torero de Lorca.

Vuelta al ruedo del toro Danzarín de Garcigrande en Arévalo | COPE.ES

Vuelta al ruedo del toro Danzarín de Garcigrande en Arévalo | COPE.ES

Fortes no se amilanó y salió a por todas con el exigente sexto, al que toreó con empaque, ajuste y gran sinceridad. Al natural hubo muletazos al ralentí, de una pureza pasmosa. Y en redondo mando sobre la embestida del toro con toques sutiles y acompañando siempre con el pecho y cintura. Cuando más confiado estaba el torero llegó el susto. Una fuerte voltereta que le hizo perder la vertical para después ser zarandeado por el de Garcigrande en el suelo de forma angustiosa. Temiéndonos lo peor, Fortes se levantó del suelo con solo un varetazo en el glúteo izquierdo. Un milagro. Aún se recompuso para dejar otras dos tandas, una por cada pitón, con el público entregado. Pero se lió a pinchar y todo quedó sin recompensa.

Fortes siendo atendido tras la fortísima voltereta sufrida en Arévalo | COPE.ES

Fortes siendo atendido tras la fortísima voltereta sufrida en Arévalo | COPE.ES

Arévalo (Ávila), sábado 14 de julio de 2014. 2ª de Feria. Dos tercios de plaza. 

Cuatro toros de 

 (1º, 3º, 5º y 6º) y dos de 

 (2º y 4º), de correcta presencia y desiguales hechuras. Conjunto manejable en el que destacaron el noble y enclasado primero y sobre todo el encastado quinto, de nombre “Danzarín”, número 78, premiado con la vuelta al ruedo.

Sebastián Castella, oreja y saludos tras aviso.

Paco Ureña, dos orejas y dos orejas.

Fortes, silencio y ovación tras aviso.