EL ALBERO

Fortes y una tarde para el recuerdo en La Malagueta: “La emoción fue tan alta que no recuerdo la faena”

El diestro repasó en COPE su triunfo el pasado Sábado de Gloria en Málaga y de sus expectativas ante su regreso a Las Ventas por San Isidro.

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Saúl Jiménez Fortes ha vuelto a encender la mecha en Málaga. El diestro malagueño, protagonista de una de las faenas más memorables de los últimos años en La Malagueta, ha compartido en una entrevista en El Albero de COPE.es los detalles, sensaciones y reflexiones de una tarde que no sólo le consagra como torero, sino que también confirma la fidelidad a su concepto personal del toreo, siempre alejado de modas y apegado a la pureza.

Fortes confesó que aún no ha visto completa su faena, porque prefiere asimilarla poco a poco, saboreando cada sensación, cada recuerdo. “La emoción fue tan alta, la entrega tan absoluta, que no recuerdo la faena de forma lineal”, relata el torero, dejando claro que lo vivido en el ruedo va más allá de lo tangible.

La tarde mágica en Málaga no fue solo un triunfo artístico, sino también una fusión total entre toro y torero, una comunión que hizo vibrar a la plaza hasta el punto de emocionar al propio Fortes. “Veía al tendido en pie, llorando, sintiendo conmigo. Fue un día mágico que no siempre ocurre”, afirmó emocionado. De hecho, tal fue la intensidad que incluso hubo petición de rabo, reflejo del clamor popular.

La faena, construida sobre la base de un toro de gran calidad de Álvaro Núñez, fue una búsqueda constante de superación, hasta el punto de ejecutar naturales de rodillas en busca de “rizar el rizo”, como él mismo lo define, fiel a esa ambición que caracteriza su tauromaquia. “Sabía que el triunfo estaba asegurado, pero no quería irme sin redondear la tarde con algo especial”, explicó.

Pero más allá de los muletazos y las ovaciones, Fortes reveló su estado interior durante la faena: “Es un momento de presencia completa, de abandono absoluto a la tauromaquia. No pienso en si servirá profesionalmente, solo en fusionarme con el toro, en alcanzar esa excelencia que siempre he soñado”.

El torero también reflexionó sobre la evolución de su carrera, marcada por altibajos, lesiones y pocas oportunidades. “Mi carrera ha sido muy dramática, con muchos nudos, pero siempre me he levantado, y cada vez a mejor nivel”, apunta. Reconoce que la falta de oportunidades ha sido su mayor obstáculo, pero que cuando se le brinda, como en Málaga, demuestra el torero que es. “Si no hay oportunidad, no puedes demostrar tu concepto”, reivindicó.

Fortes tiene claro que el idilio con Málaga ha sido clave, pero espera que lleguen tardes similares en plazas como Madrid, donde volverá en San Isidro. “Todo pasa por algo. Llegará el momento de hacer faenas así en todas las plazas”, augura, convencido de que su momento ha llegado tras años de trabajo en silencio.

Respecto a esos años difíciles, reconoció: “He estado conectado al toreo igual que si estuviera en ferias, entrenando en el campo, trabajando en mi concepto. Aunque toreaba menos que nunca, toreaba mejor que nunca”. Y añade que el desapego del éxito y el reconocimiento le ha permitido disfrutar aún más de momentos como el vivido en Málaga.

Con fechas importantes por delante —San Isidro con corridas de Arauz de Robles y Victorino Martín, y la Feria Real de Algeciras con Miura— Fortes encara el futuro con ilusión y madurez. “Queda mucho por escribir en este libro que es mi carrera”, concluye, dejando entrever que lo mejor aún está por venir.