SEVILLA
Calerito, el más decidido
Emilio Silvera y Calerito dieron la vuelta al ruedo. Daniel de la Fuente fue silenciado. Interesante novillada de Fuente Ymbro.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El triunfo es el sueño, a veces utópico, de quien se ve anunciado en estas novilladas de abono en la Maestranza. Verse, al fin, aquí es la mejor forma de resolver la complicada situación de unos novilleros con escaso presente e incierto futuro. Sin duda, la firme apuesta es todo un reto a una situación compleja y difícil para estos que luchan por alcanzar sus objetivos. Al final, el resultado es el que es, y poco sirve para multiplicar ilusiones, sobre todo, cuando el viento de la suerte sopla a favor y lo dejan pasar.
A Emilio Silvera le abrió el camino el buen utrero de Fuente Ymbro lidiado en primer lugar. Un toro, por presencia, para lidiar en cualquier plaza de segunda, noble y encastado. Pero su toreo no encontró acomodo dentro de un hacer constituido por sólo momentos donde se le pudo atisbar su clásico concepto. Trazos de una derecha suave que viajaba a media altura cuando la embestida pedía mano baja y más ajuste. La mejor versión de toreo al natural la expresó en el epilogo de una faena que finalizó citando de frente, a pies juntos y con la izquierda. La certera estocada tal vez la consideró como premio para pasear el ruedo.
Más convincente se mostró con el noble cuarto. Un novillo con clase en su embestida al que, tras un titubeante inicio acelerado y confuso, pudo dejar esbozos con la diestra de un toreo templado en el que con un cambio de mano hizo el natural despacio y hondo con el que apuntó maneras. No fue faena determinante por la discontinuidad de los muletazos venidos a menos. Unas manoletinas finales precedieron al pinchazo y la estocada con la que finiquitó.
A Calerito no se le puede negar ni un ápice su actitud. Ganas que quedaron demostradas en la lidia del segundo, quizás el peor novillo, del noble y bien presentado encierro de Ricardo Gallardo. Juan Pedro mostró su buen oficio en una lidia donde buscó la fluidez de su toreo en un tono reposado que, sin resultar cansino, otorgó a la faena momentos de toreo hecho muy despacio, aunque sin hilvanar, a un novillo con tendencia a la huida. A costa de taparle la salida logró ligar con la diestra una de las series, sin conseguir hacer lo mismo con la izquierda. Ya con el utrero aculado en tablas se olvidó del tiempo para seguir dando pases que no condujeron a nada. Hundió la espada y dio la vuelta al ruedo.
Bravo en el caballo resultó el quinto, al que Manuel Jesús Ruiz Román le realizó una emotiva suerte de varas. El buen picador se llevó en la retirada la mayor ovación de la noche. Calerito volvió a mostrar su seguridad y firmeza delante de la cara de un complicado utrero que acometió con brusquedad hasta que se paró. Al final, acortó distancias en un afán de demostrar lo que ya era imposible demostrar. Con media estocada y un descabello lo mandó al desolladero.
Al noble y encastado tercero le faltó humillar. Circunstancia que, tal vez, le restó calidad a una lidia con clara tendencia hacia afuera. Daniel de la Fuente sólo logró el trazo despacio e incluso, a veces, ligado con la izquierda. Después, con la derecha, el tono bajó. Y con la espada se eternizó.
También mostró su bravura en el caballo el sexto. Sin embargo, el sevillano de la Puebla de Río se perdió en una faena muy lineal, deslavazada, de infinidad de pases anodinos a un novillo que acabó parado. Y con la espada no acertó.
Sevilla, viernes 21 de junio de 2019. 5ª novillada de abono. Más de media plaza.
Novillos de
, bien presentados y nobles. Encastado el primero; noble y manso el segundo; noble sin humillar el tercero; con clases en las embestidas el cuarto; bravo en el caballo y complicado en la muleta el quinto; bravo en el peto y noble el sexto.
Emilio Silvera, vuelta al ruedo y saludos tras aviso
Juan Pedro García “Calerito”, vuelta al ruedo y saludos.
Daniel de la Fuente, silencio tras aviso y silencio.