El capote templado de Pablo Aguado cautiva a Ronda y su Goyesca

Tarde de mucho calor hoy en Ronda. Y tarde de mucho color, como siempre en este evento para aficionados al toro y para otro tipo de público. La verdad es que poco se pudo hacer con una corrida de toros de Juan Pedro Domecq, descastada y sin fuerza la cual no dio ningún tipo de opción a los toreros. Mano a mano entre dos paisanos de Sevilla y con tauromaquias muy emparejadas.

Quizá es el temple lo mas destacado de la función. Un temple el que hemos visto reflejado a modo de verónicas en las manos de un Pablo Aguado que una vez mas, suma y sigue. Y decimos esto porque la suavidad con la que ha mecido hoy el capote en Ronda, va a ser muy difícil de igualar. Faenas las de aguado difíciles pues sus toros no tuvieron ningún tipo de fuerzas para el tercio de muleta.

Pero salió el séptimo de Garcigrande, regalado por Aguado. En sus manos construyó una faena muy marcada por los tiempos y las distancias, pero a lo mejor le faltó el sitio que dan los medios. Aun así, el publico con muchas ganas de que pasara algo grande premió al diestro con las dos orejas del que cerraba plaza y abandonar el coso en volandas.

Morante, una vez más salpicó la tarde de detalles con sus oponentes, también marcados por la falta de fuerzas. Eso si, se topó con el que hizo tercero. El de Juan Pedro, con mas fijeza y sobre todo encastado, dejó al de La Puebla encajar y ligar naturales con regusto y ligazón. Lástima también el fallo a espadas y solo haber obtenido un apéndice.

En definitiva Ronda y su corrida Goyesca, son un atractivo y sobre todo la reunión de los amantes de la tauromaquia en un lugar de ensueño.

Ronda (Málaga), sábado 31 de agosto de 2019. Corrida Goyesca. Lleno.

Toros de 

, flojos y descastados. El primero, sin fuelle; inválidos el segundo y el sexto; nobles el cuarto y el quinto; tercero encastado y uno de Garcigrande (7º sobrero de regalo), noble y flojo. 

Morante de la Puebla, silencio, oreja tras aviso y silencio.

Pablo Aguado, ovación con saludos, oreja, silencio y dos orejas en el sobrero de regalo.