1ª FERIA DE FALLAS
Destaca el valor natural de Aarón Palacio en Valencia
El primer festejo de la Feria de Fallas dejó la nota positiva de la actuación del novillero maño, que cortó un apéndice al igual que sus compañeros Marco Pérez y Juan Alberto Torrijos.
Natural de Aarón Palacio al primer novillo del festejo en Valencia
Publicado el
2 min lectura
Paco Aguado
En un año esperanzador en el escalafón menor, Palacio abrió las Fallas y la temporada en cosos de primera categoría con una actuación de peso, no tanto por el resultado estadístico como por la impresión de solidez que dejó ante sendos novillos de Talavante de distinto comportamiento y con los que resolvió con sobrada capacidad, tanto artística como técnica.
Al primero de la tarde que, sin acabar de descolgar, dio un juego más que aceptable, Palacio lo saludó con tres largas afaroladas para cuajarlo después de capote, tanto a la verónica, como en unas tafalleras muy toreadas o un buen galleo por chicuelinas.
Perdió fondo por ello el animal, pero aun así el novillero maño supo ayudarlo con temple en el último tercio, con muletazos asentados y de buen pulso a la altura exacta, o incluso tirando de las embestidas para redondearlas con ajuste cuando el de Talavante fue parándose, en una faena que se premió con una corta oreja.
Más problemas sacó el cuarto, que reflejó en un desclasado y brusco comportamiento sus bastas hechuras, lo que no fue óbice para que Palacio le ligara, con gran aguante, una primera tanda de derechazos con las dos rodillas en tierra y luego se fajara con él en un largo empeño de más mérito que brillo, pero volviendo a mostrar ese templado valor natural que se antoja como su gran baza.
También en Valencia abrió Marco Pérez la temporada que será de su alternativa, fijada para finales de la primavera en la ciudad francesa de Nimes. Y el más que reconocido oficio del joven espada salmantino se mostró sobre todo con su primero, que fue el de más calidad del sexteto que envió a orillas del Turia el famoso torero extremeño.
Tardó Pérez un tanto en cogerle el ritmo, pero de mitad de trasteo en adelante llegó la conjunción de ambos en varias series con la diestra en las que hubo mando y despaciosidad, y que tuvieron la continuidad de un remate de alardes que acabaron por ameritar el único trofeo que paseó, en tanto que no acabó de resolver con la misma facilidad con el quinto, que se defendió con aspereza.
La tercera oreja de la tarde fue a parar a manos del valenciano Juan Alberto Torrijos, ya en sexto turno, cuando empezaba a caer la lluvia con que las nubes amenazaron durante toda la tarde. No fue fácil tampoco este último utrero de Talavante, por rajado y desclasado, pero al menos se movió y aguantó lo suficiente para que Torrijos lo trasteara animoso.
Después de haberlo recibido con una larga a portagayola, acabó tumbándolo de una estocada fulminante que alentó una fuerte petición de oreja por parte de sus paisanos. Antes, con un primero al que también saludó en la puerta de chiqueros, Torrijos no pudo sacar en claro más que una estimable tanda de naturales, una vez que el jabonero se desfondó pronto.