BILBAO

Dos orejas para Manzanares con un gran lote de Victoriano del Río

El alicantino pasea una oreja de cada uno de sus toros. El sexto de Victoriano del Río, premiado con la vuelta al ruedo. Oreja de peso para El Juli.

Doblón de Manzanares ante 'Ruiseñor', el toro de Victoriano del Río premiado con la vuelta al ruedo

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Poco a poco, día a día, va mejorando la afluencia de público a los escaños del coso de Vistalegre. Lejos de las grandes entradas, este miércoles con un cartel de figuras se llegó a los dos tercios del aforo, que disfrutaron con el triunfo de José María Manzanares, el poso de El Juli y una corrida variada de Victoriano del Río.

Manzanares se llevó un lote de notables prestaciones para alcanzar el triunfo. El primero de ellos fue un astado con el hierro de Toros de Cortés y fue un buen ejemplar en el último tercio. Aunó prontitud, nobleza y clase en sus embestidas. José María fue levantando un trasteo basado en el temple y la buena expresión. En redondo primero, con su empaque habitual. Al natural después, donde hubo suavidad y trazo. Quizá algunas tandas fueron demasiado cortas para lo que ofrecía el toro, pero todo lo tapaba la prestancia del torero del alicantino. Y para tapar más bocas, el contundente volapié en la suerte de recibir con la que rubricó su obra. De manual. El toro salió rodado y la oreja cayó por mayoría de pañuelos.

Si el tercero fue un toro de nobleza y clase, el sexto fue de disparo y bravura en todos los tercios. Tomó dos varas recargando abajo y fue a más en el tercio de muleta. ‘Ruiseñor’, que así se llamaba el toro, tuvo codicia y humillación. Especialmente por el pitón derecho, por donde basó la faena el torero. A mayor exigencia, mayor respuesta del toro, que hacía el avión en su humillado viaje. Las tandas eran de tres o cuatro y el de pecho. Asfixiante la casta del toro. La espada se hundió en su totalidad pero apuntó desprendida. La oreja, indiscutible. Como la vuelta al toro.

Quien también firmó una tarde seria fue El Juli. El segundo de Victoriano del Río trajo buenas hechuras aunque pocas ganas de humillar en los primeros tercios. Muy paciente El Juli con él, fue poco a poco desgranando tandas de creciente mando. Primero más a media altura para mediado el trasteo obligarlo de verdad por abajo. Primero al natural, con la planta muy relajada. Después en redondo, rompiéndose más. El toro respondió con entrega y clase, pero solo duró estas dos tandas. Después Julián lo exprimió en la distancia corta en los terrenos de tablas. Pero un pinchazo, una estocada trasera y dos descabellos dejaron todo en una ovación de reconocimiento.

El quinto de Toros de Cortés, incierto en los primeros compases de su lidia, permitió a El Juli mostrar su mejor versión de lidiador y artista. Le hizo romper a base de no dudarle, de anticiparse siempre a su acción para conducirle con una exigencia brutal. El toro admitió el duelo que le planteaba Juli y respondió siguiendo con celo la muleta. Por ambos pitones hubo largura y ajuste y la emoción que deparaba la faena. Los de pecho a la hombrera contraria los bordó el madrileño. En la fase final de la faena el toro acusó tanta exigencia y sus viajes fueron menos profundos. Media estocada trasera y tendida fueron suficientes y la oreja, justa, fue la recompensa a lo realizado.

Antonio Ferrera lidió como primero de su lote un ejemplar de Victoriano que sin emplearse en los primeros tercios, tuvo cierta bondad en el de muleta. Lo consintió mucho el extremeño, alargando los viajes del toro a base de firmeza y mando. Sobre todo en redondo, donde lo atacó casi desde la primera tanda. Al natural, el animal se hacía más el dormido y le faltaron los finales. Faena corta y medida, algo que se agradeció en tiempos de trasteos estajanovistas. Lo cazó con habilidad al segundo ataque toricida con la espada, aunque necesitó de un certero golpe de verduguillo.

El cuarto resultó un toro que tuvo movilidad pero escasa clase en sus viajes. Había emoción por la exigencia del toro y por ello Ferrera tuvo que exigirle. Pero esa exigencia del torero no tuvo respuesta en forma de entrega por parte del pupilo de Victoriano del Río. Labor firme y madura del diestro extremeño que no tuvo buen remate con los aceros.

Bilbao, miércoles 21 de agosto de 2019. 5ª de Feria. Dos tercios.

Cuatro toros de 

 y dos de 

 (3º y 5º), de correcta presentación y desiguales hechuras. Manejables pero de escaso fondo primero y segundo; un tercero noble y enclasado, ovacionado en el arrastre; con movilidad pero sin clase el cuarto; exigente el quinto; bravo el sexto, de nombre ‘Ruiseñor’ y premiado con la vuelta al ruedo.

Antonio Ferrera, silencio y silencio.

El Juli, que sustituía a Roca Rey, saludos y

José María Manzanares, oreja y oreja.

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