MADRID

Emilio de Justo inicia la conquista de Madrid con un triunfo en Vistalegre

Notable tarde de Emilio de Justo en Vistalegre en la que corta dos orejas al sexto. Discreta actuación de El Cid con el mejor lote.

Redondo de Emilio de Justo al sexto toro de Parladé, al que cortó las dos orejas

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Dos momentos. El que comienza su adiós y el que arranca su ascenso definitivo a la cumbre. Y Vistalegre y la afición de Madrid como testigos de un duelo muy desigual entre El Cid y Emilio de Justo.

Pronto descorchó los olés El Cid en el primer festejo de su temporada de despedida. El abreplaza del Puerto se desplazó con franqueza en las buenas verónicas que dejó el sevillano. Su poder contado fue haciéndose más evidente a lo largo de su lidia. Al natural llegó la mejor tanda de la faena. A derechas a Manuel Jesús le costó aguantar más las dudas del animal según se iba quedando sin gas. Todo fue a menos. Toro y faena.

Más cuajado de carnes salió el segundo del Puerto. Emilio de Justo le sopló un recibo de verónicas rodilla en tierra que tuvieron torería y sabor añejo. Sin embargo, pronto se vio que el animal del hierro salmantino no estaba sobrado de raza. Más parado y bruto que el anterior, el torero cacereño le robó dos tantas en redondo a base de colocación y toques poderosos. Hasta ahí llegó el toro. La ovación final reconoció el empeño de Emilio.

Con el tercero cambió la ganadería y el encaste. Un tacazo el de Victorino. Y bravo de principio a fin. Empujó con clase y riñones en el caballo en la única vara que tomó para después embestir siempre por abajo con casta y emoción. El trasteo de El Cid, brindado a Santiago Abascal entre división de opiniones en el tendido, fue un continuo sube y baja en acople y mando. A derechas hubo dos series más reunidas y ligadas. Pero al natural nunca hubo entendimiento al llevarle con más precauciones. Una estocada casi entera y caída dio paso a una leve petición de oreja. La ovación al toro en el arrastre tuvo más intensidad que la posterior que se tributó al torero.

El cuarto fue casi una gota de agua respecto al anterior en cuanto a hechuras. No así el comportamiento. Más bronco y agarrado al piso desde los primeros tercios. Emilio de Justo volvió a demostrar que ha iniciado la temporada a tope. Volvió a meterse en los terrenos del toro para extraer con sacacorchos una tanda de mucho mérito al natural. El toro no se lo perdonó y en la posterior el hachazo fue directo al vientre. Apuntó el toro, aunque afortunadamente no disparó contra la anatomía del torero. No desistió Emilio, que se la jugó sin dejarse nada en el tintero. En tiempos de anodinos arrimones ante la ‘tora’ descastada, los tendidos se emocionaron por la sincera apuesta de un torero ante un animal de complicada condición. Dos achuchones más sufrió el de Torrejoncillo. Y los tendidos rendidos al compromiso de Emilio de Justo. Pero cuatro pinchazos previos al descabello final no hicieron justicia a lo realizado anteriormente.

El quinto de Parladé completó el buen lote para El Cid, la eterna ‘baraka’ en lo sorteos que tiene el sevillano. Se desplazó con alegria el toro en los primeros tercios y en el inicio de faena. Faltó sometimiento y asentamiento en las primeras tandas. Después el animal vino a menos y la faena de Manuel acabó deshaciéndose como un azucarillo. 

Hubo que esperar al sexto para vivir la faena de la tarde. El sexto de Parladé, bajo y recortado de hechuras traía 612 kilos en la báscula. Aún así, el toro sacó un gran fondo de nobleza. Estuvo clarividente Emilio de Justo con él. Entendió las distancias y la media altura que pedía el astado. Puso temple y tersura para acompañar las embestidas del de Parladé. Tuvieron clase los naturales a pies juntos y sabor los pases de pecho a la hombrera contraria. La estocada hasta las cintas cayó algo trasera y desprendida. Aún así, no fue impedimento para la petición y concesión del doble trofeo. La conquista de Madrid para Emilio de Justo comenzaba este sábado en Vistalegre. Queda San Isidro con todo a favor.

Madrid, Palacio Vistalegre. Sábado 23 de febrero de 2019. Algo más de media entrada.

Dos toros del Puerto de San Lorenzo, bien presentados, manejables ambos pero sin fondo; dos más de Victorino Martin, de perfectas hechuras ambos, bravo el tercerop y complicado el cuarto; dos de Parladé, de gran volumen y cuajo, manejable el quinto y noble y de buen fondo el sexto.

El Cid, silencio, saludos tras aviso y división al saludar.

Emilio de Justo, saludos, saludos tras aviso y dos orejas.

Incidencias: Sonó el Himno de España a la conclusión del paseíllo. La ganadería de Victorino Martín se ha llevado desafío ganadero, por la lidia de “Morisco-96”, tercero de la tarde.

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