6ª FERIA VIRGEN DE LOS LLANOS

Emilio de Justo y el toro del refrán en Albacete

Doble triunfo de Emilio de Justo y Fernando Adrián con la corrida de La Quinta. Perera se va de vacío.

Emilio de Justo y Fernando Adrián, a hombros este viernes en Albacete

EFE

Emilio de Justo y Fernando Adrián, a hombros este viernes en Albacete

Redacción COPE Albacete

Albacete - Publicado el

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Lorenzo del Rey | COPE Albacete

La tarde transcurría con los mismos derroteros que la tarde anterior hasta que ese quinto toro, el mejor de un encierro más que discreto, dio con un Emilio de Justo superior. El quinto fue casi bueno y el refrán se cumplió. El diestro extremeño, uno de los nombres propios de la temporada, se sacó a base de bien la espina que todavía tenía clavada de la pasada Feria en honor de la Virgen de Los Llanos. Si en 2023 no pudo materializar una buena faena porque falló con la espada, este año refrendó un triunfo incontestable. El toreo, sin más. Fernando Adrián salió también a hombros por la fórmula una más una, aunque en tono menor, mientras que Perera estuvo muy desdibujado toda la tarde. La corrida de La Quinta no anduvo sobrada de casta, incluso manseó, salvando de la quema ese quinto, con un fondo interesante, y el sexto con cierta movilidad. Y de presencia, justa.

A “Guardián ” Perera lo recibió de capote invitándole al baile pero el de La Quinta fue a lo suyo. Medio metió la cara a media altura en el peto aunque la pelea fue un espejismo. Pareció avivarse en banderillas pero midió el toro tiempos y terrenos, llegando a apretar en el segundo par. Miguel Ángel brindó al público y tras un inicio algo aturullado dejó una serie algo irregular para firmar una más al natural ligada y mandona aunque desde la periferia. Luego siguió más acompasando que con mando para volver a la diestra con circulares invertidos de tono medio. Un mansete embestidor con movilidad. Pinchazo sin soltar y media algo delantera, volviendo a entrar y dejando una baja con golpe de puntilla.

“Corbatillo” como cuarto nada quiso saber del percal y luego cabeceó en cada cacho del peto con la cara alta y siempre a la defensiva. Tampoco humilló en banderillas y estuvo más pendiente de hacer hilo y perseguir el bulto que de entregarse. Perera presentó la muleta pero luego no atinó a templar las embestidas -es un decir- de un toro que se movía desfondado y con el que Miguel Ángel anduvo como ese lápiz sin punta. Metisaca en baja mar con una estocada trasera hasta que se terminó echando. Tarde de Perera que fue la sombra de aquel torero poderoso que vimos en todo su esplendor en innumerables ocasiones en Albacete.

“Bebedor” no lo puso fácil en el recibo de percal de De Justo que hizo sinfonía del estribo en el peto, siempre con la cara alta. Adrián levantó la mano en el quite diciendo que aquí estaba él para ver a continuación un tercio de banderillas de aprobado raspado donde el “quinteño” no humilló y cortó cual tijeras afiladas. Emilio dejó una faena de mando siempre tapando las carencias de un toro que sólo propuso medias embestidas y con el que el extremeño intentó lucirse pero siempre se quedó todo en esa previa al punto de ebullición. Bajo de casta, poco lucimiento. El pinchazo y posterior estocada baja difuminó una posible petición de oreja.

El quinto de nombre “Lagartijo” fue procurado llevar de capote por Emilio, al que dio verónicas de buen trazo. Tras una puya sin historia ni pelea, incluso de mansete, vimos lo mejor de la tarde en un quite por chicuelinas de De Justo tan ajustado y puro con el que sonó la música. En banderillas siguió yendo a más para llegar a la muleta de Emilio con un fondo interesante. El diestro planteó una faena muy de verdad, corta pero de una intensidad superior, maciza y con una torería sobresaliente. Doblones enjundiosos de inicio. Al natural, soberbio, sin más. Las últimas series bajaron la intensidad al compás de su desfondamiento. El espadazo contrario pero en lo alto le brindó un doble trofeo indiscutible.

“Escogido” no quiso escoger ningún capotazo de los propuestos por Fernando en el tercero. Un picotazo sin ganas para pasar a unas banderillas donde el público protestó la endeblez de cuartos traseros. Adrián lo llevó a media altura en el tercio del siete. Midió a derechas en una nueva serie en un toro con movilidad engañosa donde siguió sin humillar y con la cara alta al final de los muletazos. La película no cambió al natural por parte del toro ni del torero, que siguió dándole la fiesta que el astado pedía. Sumó una serie más sin armonía para dejar otra con la diestra que fue la más rotunda por templada y mandando la mansita e irregular condición del astado. Adorno final ajustado previo a una estocada tendida y desprendida que fue suficiente. Poco que objetar a la oreja concedida aunque pidieron dos. Acertó ahí el presidente Coy.

“Jabonero” como cierraplaza volvió a la tónica del tardeo. Nada en puya ni banderillas, donde Adrián firmó una faena de acompañamiento aunque luciéndolo en dos series con transmisión. Una más poco lucida en la pala del pitón y al natural dejó ayudados sin domeñar la embestida. Se quedó corto a derechas y la faena se cortó como ese cantante que no sale cuando le piden que toque la última. Mató de estocada trasera y tendida y se concedió una oreja de Albacete. Bien, sin más. Y suficiente para salir a hombros.

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