Festival de orejas a beneficio del Cotolengo en la plaza de toros de Albacete

Si la plataforma taurina local “También somos Cultura” logró recolectar mas de diez mil kilogramos de alimentos a beneficio de la Institución Sagrado Corazón de Jesús, en la taquilla apenas se superó el cuarto de entrada sobre el total del aforo. El reclamo de los toreros locales, a quienes nunca se les agradecerá lo suficiente su altruismo y esfuerzo al torear gratis y encima trayendo su novillo-toro bajo el brazo, ha tocado techo y sería aconsejable mantener la parte local sumando varios nombres de primera para lograr lo que todos queremos: colgar el “no hay billetes”.

Así, la tarde empezó con Andrés Palacios quien, tras un largo y cadencioso recibo a la verónica y luego dejarlo en suerte con soltura, el de “Montealto” se topó con el peto y poco más para después dolerse en banderillas y llegar a derrumbarse en el albero. Palacios aprovechó la nobleza y movilidad del astado que en ocasiones fue algo pegajoso. El diestro planteó una faena muy completa por ambos pitones que, de haber tenido un punto más de casta por parte del primero de la tarde, hubiese transmitido mucho más. Al menos dio juego y opciones, bien aprovechadas por Andrés, todo hay que decirlo. Se tiró a matar y dejó una estocada en lo alto un punto trasera, sumando un par de golpes de descabello que le dieron el doble trofeo.

José Fernando Molina recibió al de José Cruz con el capote mostrando firmeza y con los pies bien asentados. Tras un puyazo sin mucha historia y un vistoso quite de Molina, brindó a Jesús Moreno y se fue con decisión a hilvanar faena. El torero fue porfiando y a base de insistir extrajo lo que tenía dentro el de Cruz, que tampoco fue demasiado. Poco más pudo hacer José Fernando de lo que se vio. Molina dejó una estocada en lo alto tras pinchazo sin soltar, cortando dos orejas como premio al tesón del matador.

Con el tercero, que lucía el hierro de Couto de Fornilhos y que venía de la mano de Cristian Pérez, se vio una larga pelea en varas donde hubo cierto empuje. Tras las banderillas y el brindis, depositó el de Hellín el sombrero en la localidad donde se situaba “Zapaterito”, en un bonito detalle. Inició el trasteo genuflexo y luego se fajó con él, destacando una serie al natural templada. Cristian nunca perdió la cara y a base de vaciarse por completo en un largo trasteo a su estilo, logró un trofeo tras estocada caída que produjo derrame.

El de “La Palmosilla” que era para el novillero Alejandro Peñaranda, fue dos veces al caballo, empujando con un único pitón. Tras el tercio de banderillas, Alejandro también brindó a Jesús Moreno. Después, mostró la carta de presentación habitual de sus últimas actuaciones: citando en la rectitud y procurando llevarlo con mando. Actuación solvente que culminó con media en buen sitio y un golpe de descabello que le sirvió para cortar dos nuevas orejas.

El de Juan Manuel Criado en quinto lugar iba muy a su aire sin prácticamente atender al capote de Manuel Caballero hasta que hubo reunión en unas verónicas cerca del centro del ruedo. Tras un puyazo notable, Caballero brindó al respetable e intentó medir la faena ante un ejemplar que duró un suspiro. La sosería y falta de acometividad fueron dos pesadas losas ante las que el novillero sólo pudo justificarse. Cobró una estocada trasera pero efectiva y las dos orejas fueron a su esportón.

Y el último, de “Los Chospes”, fue para Nicolás Cortijo, alumno de la Escuela taurina de Albacete, quien brindó a sus compañeros de cartel y dejó una faena enfibrada que, pese a algún enganchón, desarme, colada y topetazo que interrumpió el trasteo, cayó en gracia entre el respetable por la ilusión y ganas del joven novillero. El de Fernando Moreno nunca se cansó de embestir. A la tercera fue la vencida a la hora de los aceros y cortó dos orejas más, poniendo fin a tres horas de festejo.