Ginés Marín y Juan Pablo Sánchez salvan la tarde en La México

Abrió plaza Juanpa Sánchez, quien logró lucir su capacidad de templar su muleta a la velocidad del toro. Mató de entera tendida y efectiva que para que el Juez Braun, le concediera una oreja.

Ante su segundo estuvo a la par de su primera faena, aunque el toro le duró menos. Terminó de una entera tendida que el puntillero paró y tardó en doblar. Escuchó un aviso, y esta vez el Juez si tuvo el valor de negarla. Merecida vuelta al ruedo.

Diego Silveti, ante su primero no mostró adelanto alguno, muchos pases sin ton ni son y reparó terreno en cada muletazo que pegaba. Mató de un penoso bajonazo.

Ante su segundo salió más dispuesto y quiso dejar los pies quietos con más voluntad que belleza. Diego se mostró tan descompasado como su toro en turno, desangelado y anodino. Al perder la cabeza se dejó prender por un pase por alto y mató como pudo. Se retiró entre abucheos en los dos que mató.

El jerezano Ginés Marín logró comprender los cambios de lidia que tuvo su primero y llegó a lucir su buen sitio y poderío ante un toro noble e incierto. Mató de pinchazo y entera. Se retiró con ovación.

Con el que cerró plaza, un obediente, Ginés logró pegar una faena llena de detalles artísticos que desafortunadamente pinchó y la culminó con una entera trasera con petición unánime. Dio vuelta al ruedo.

Ciudad de México (México), domingo 24 de noviembre de 2019. 4ª de la Temporada Grande. Pobre entrada.

Toros de 

, nobles con muchos kilos. 1°, obediente que duró poco; 2°, nunca entendido; 3°, metía la cabeza y se revolvía pronto; 4°, fijo que se acabó pronto; 5°, tumbó al caballo más por kilos que por casta; 6°, obediente y fijo, con clase.

Juan Pablo Sánchez, oreja y vuelta al ruedo.

Diego Silveti, silencio y pitos.

Ginés Marín, ovación y vuelta al ruedo.