POLÉMICA

¿Hieren más los toros cinqueños?

Ganaderos y profesionales analizan la posible relación entre la lidia de toros de cinco años con el número de cornadas vividas en los últimos días.

Momento de la grave cornada sufrida por el subalterno Juan José Domínguez en Vistalegre

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

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La suspensión de casi toda la temporada 2020 y las dificultades con las que ha empezado la de 2021 han supuesto un baldón para el toreo y, más allá del paro de cuadrillas y matadores, uno de los sectores más afectados ha sido el de las ganaderías de bravo, que tuvieron que dejar en el campo camadas enteras sin lidiar.

Esa circunstancia ha provocado la profusión de cinqueños en los festejos celebrados en 2021 y, como ejemplo, la corrida celebrada el pasado fin de semana en Córdoba con un encierro de Juan Pedro Domecq en el que todas las reses -seis y un sobrero- habían nacido entre diciembre de 2015 y febrero de 2016: todas rebasaban los cinco años.

Javier Núñez, propietario de La Palmosilla, reconoce las dificultades de ese ganado de cinco años en la cuenta de twitter de su hierro, en la que destaca “la generosidad que están teniendo los toreros con los ganaderos toreando toros cinqueños en la mayoría de las tardes” y alaba “el esfuerzo y el compromiso tan alto que están teniendo".

Cinqueños también eran los Jandilla, Cuvillo y Garcigrande lidiados este miércoles en el mano a mano entre Roca Rey y Pablo Aguado, que se saldó con el triunfo del peruano, la revelación capotera del sevillano y, también, con el gravísimo percance del banderillero Juan José Domínguez y la fuerte cornada de Aguado al entrar al matar al sexto.

Sobre si estos cinqueños son responsables del rosario de cornadas que está acompañando la reactivación del toreo -antes habían caído heridos Emilio de Justo, Filiberto o el novillero Manuel Perera-, el diestro sevillano retirado Eduardo Dávila Miura es partidario de espantar cualquier fantasma en ese sentido.

No creo que la edad se note tanto”, afirmó el torero, quien consideró que "el cambio del toro más fuerte, más patente, es de tres a cuatro años” y que “puede acusar algunos cambios entre los cuatro y cinco años pero no tan pronunciados como en el paso de novillo a toro”.

Pablo Aguado en el momento de la cornada sufrida este miércoles en Vistalegre

Pablo Aguado en el momento de la cornada sufrida este miércoles en Vistalegre

Eduardo Dávila, de estirpe ganadera y director del Club de Aficionados Prácticos, afirmó que "la edad del toro afecta más a la mentalización del torero”, precisó que “se trata de una obsesión en el ámbito profesional" y dijo que "si los toros pegan, es más por las circunstancias -o la suerte- que porque tengan un año de más o menos”.

En esa misma línea se expresó el ganadero Gabriel Molina Candau, director de la vacada de Gabriel Rojas, para quien "el cinqueño no tiene por qué dar más cornadas aunque sí es verdad que un animal de cinco años puede ser que dure menos en la muleta o le cueste más moverse pero, más allá de todo eso, no se puede establecer una conexión directa entre la edad y las cornadas”.

Según Molina, esa conclusión podría ser “la más fácil y simplista” y, como ejemplo, puso la gravísima cornada del novillero Manuel Perera por “un novillo, con tres años, y fue gravísima: los toreros hoy se arriman mucho, arriesgan mucho y sale un toro fuerte, limpio por delante, y siempre pueden producirse percances”.

Sobre la razón de que se esté lidiando tantos cinqueños en la temporada que acaba de comenzar, Molina la basó en la “buena nota” de muchos toros que se quedaron en el campo el pasado año, en los que los ganaderos "tenían mucha confianza y se quedaron sin embarcar en 2020".

"Sería absurdo lidiar la camada entera porque entraríamos en la misma dinámica, dejando una camada de cuatreños sin lidiar para el año que viene”, concluyó.

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