ALBACETE

José Fernando Molina corta tres orejas en un notable debut

Cristian Pérez y Adrián Villalba, que también debutó con picadores, se fueron de vacío. Novillada dispar de Criado y Encinagrande, con dos utreros destacables. 

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Lunes de Feria, lluvias copiosas el día anterior, cartel de novillada con claro sabor local y la suma de todos los elementos dio como resultado algo más de media entrada, es decir, lo previsto, que tampoco está nada mal, todo hay que decirlo. Y bien estuvieron los tres primeros novillos, especialmente segundo y tercero. Los tres restantes ya fueron harina de otro costal. Luego, los que dieron opciones, la madre del cordero reside en aprovecharlos o no, que eso ya depende de cada uno. Y Fernando Molina dijo que aquí estaba él, con matices, y se erigió en gran protagonista del festejo. 

La afición local sacó a saludar a la terna al inicio del festejo, palmas de ánimo y cariño, un detalle, en suma. Así, Cristian recibió a “Ruidor” con el capote en tablas del tendido 1 y luego en el tercio, en una suerte de indefinición con algunos enganchones. En varas, el empuje inicial fue un espejismo, dejándose pegar y saliendo desentendiéndose  el utrero. En banderillas, tardeó por momentos, llegando a medir en varios pasajes las habilidades de los subalternos. La faena comenzó deslucida por la descompuesta embestida en las dos series iniciales a diestras, mejorando el nivel en una tercera de mejor trazo. Más despegado en la cuarta y una pizca acelerado. Con la zurda no hubo lucimiento ni transmisión. Con la diestra de nuevo, dos series más de escaso contenido. Poquito que destacar, en resumen. Dio la sensación de que quedaron cosas en el tintero... Las bernadinas finales fueron más del ¡ay! que del ¡olé! Mató tras pinchazo caído, estocada tendida y otra desprendida. 

Con el cuarto, Cristian le dio dos largas cambiadas de nuevo en tablas del 1 a “Recogido” y luego a la verónica. Entró al caballo desde la media distancia y se dejó pegar medio empujando con un pitón. Ya en el segundo tercio, acudió con viveza. Cristian se puso de rodillas casi en la boca de riego y se vio más voluntad que acierto. Ya en pie, cambió los terrenos cerca del tercio del tendido 2, apostando por la derecha en labor  de cercanías. No terminó de cogerle el aire -aire regulero el que producía el novillo, por cierto- por la diestra. Se colocó en la rectitud con la zurda y aunque extrajo alguno, no terminaba de arrancar. Con la diestra de nuevo, toreo encimista y del arrimón, por momentos en la pala del pitón. No hubo transmisión, vaya. Se tiró a matar de extraña forma, cayendo en la cara del utrero, afortunadamente sin consecuencias, dejando una estocada casi entera atravesada y contraria y dos golpes de descabello. 

Villalba recibió a la verónica en los medios a “Pelícano”, utrero que recibió un puyazo trasero y caído donde empujó con la cara alta sin demasiado celo. Y en banderillas se movió aunque terminó escarbando enfrente de tablas del tendido 10. Villalba lo recibió a pies juntos en el centro del ruedo, primero de frente por detrás, de frente y luego rematando. Luego una serie con la diestra por bajo aunque dando dos pases y el de pecho, una más de semejante molde aunque sin forzar al novillo al torear en línea recta, otra corta con enganchón final, una al natural breve de nuevo, y otra más donde fue desarmado al tercer muletazo y se interrumpió un trasteo de poco mando. Otra más a izquierdas pero sin resultado por un toque de telas, seguida de una en redondo más de acompañamiento que de mando. Luego apostó por la cercanía y el toreo circular. Bernadinas finales con más intención que resultado. Faltó contundencia en su labor muletera ya que nunca terminó de apostar ante la buena condición de su oponente. Una pena. Mató de pinchazo hondo sin soltar, otro soltando sin pasar, estocada caída y dos descabellos. 

El quinto, de nombre “Fotógrafo”, se durmió en el peto y salió sueltito. Se dolió en banderillas, además. Y la embestida, rebrincada. Comenzó por doblones por bajo, y dos series con la diestra despegado y de dos pases. Una tercera intentando bajar la mano, de mayor duración, pero sin profundidad. Al natural, fue cogido de forma aparatosa, recibiendo una paliza y teniendo que quitarle la chaquetilla. Siguió con la diestra pero el novillo siguió complicándose, lo que impidió el lucimiento, amén de planear la sombra de un nuevo incidente. Fue a por la espada, dejando antes unas manoletinas con poco eco, y matando tras pinchazo hondo soltando, más de media estocada desprendida y un golpe de descabello. 

Molina saludó a la verónica a “Tornillero”, el único ejemplar de “Encinagrande” del encierro, siendo picado en un tercio testimonial. En banderillas acudió con prontitud a los cites. Y en la muleta, acudía raudo a la muleta, donde Molina no terminó de domeñar en las dos series iniciales con la diestra. La tercera serie tuvo algún toque también, sin forzar ni bajar la mano. Ya al natural, tras unos pases iniciales anodinos, destacaron varios naturales más encajados. Se quitó las zapatillas y arrancó la música, pero la cosa no terminó de ser rotunda. Rescatamos una serie a derechas en redondo tras varias de medios pases. Con la espada, cobró una estocada algo trasera aunque de buena ejecución, y tras el golpe de puntilla, cortó dos orejas generosas. 

Ya en sexto y último capítulo, “Majareto” dio un susto al arrollar a Molina, por suerte, sin consecuencias. También desarmó a un torero de plata. Fue marcado el puyazo en terrenos del 6 sin que nadie pudiese remediarlo. Ya en la jurisdicción habitual, tras varios minutos sin orden ni concierto, se picó levemente, sin llegar a cumplir. Las banderillas se pusieron, que no es poco. Molina lo intentó con la diestra, aunque unas cosas y otras no hubo altas cotas (toque, embestida informal, salir suelto en una serie) aunque Molina lo intentó de todas-todas. Al natural, por bajo, la primera serie gustó al respetable. La segunda, más despegado y por momentos sucia, no fue tan lúcida ni lucida. La tercera, voluntariosa. Asió la muleta con la diestra y el novillo mandó un nuevo aviso. Volvió a la izquierda y tampoco hubo limpieza aunque nunca cesó de porfiar. Mató de pinchazo y estocada habilidosa, echándose el novillo para luego levantarse y dar un nuevo susto, echarse de nuevo y terminar por fenecer, cortando una oreja por su decisión y no arrugarse ni perder la cara en ningún momento. Y si además añadimos que estaba renqueante del ligamento de su rodilla, pues no es que sume, pero debe ser tenido en cuenta para hacer un cómputo global. 

Albacete, lunes 10 de septiembre de 2018. 3ª de Feria. Algo más de media plaza.

Cinco novillos de

 y uno de 

 (3º) de correcta presentación. Primero, noble venido a menos; segundo,noble, encastado, repetidor y de excelente condición en la muleta; tercero, noble con opciones; cuarto, descastado; quinto, complicado; sexto, manso, reservón y complicado. 

Cristian Pérez, saludos tras aviso y ovación tras dos avisos. 

Adrián Villalba, saludos tras aviso y saludos. 

José Fernando Molina, dos orejas y oreja tras aviso. 

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