SEVILLA
José Luis Segura: "Ser apoderado independiente es no casarse con nadie"
El diestro y apoderado inauguró en la Real Maestranza la XXI edición de las Lecciones Magistrales de Aula Taurina de Sevilla.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La asociación sevillana para el fomento de la Fiesta Nacional entre la juventud, Aula Taurina, celebró ayer, martes 17 de enero, la primera jornada de la XXI edición de su ciclo anual ‘Lecciones Magistrales’ que, patrocinadas por la Real Maestranza de Caballería, se dictan en el Salón de Carteles de la Plaza de Toros de Sevilla.
La sesión inaugural tuvo como protagonista la figura del matador de toros y apoderado Pepe Luis Segura en un coloquio centrado bajo el título: ‘Pepe Luis Segura, un taurino singular’ desarrollado minuciosamente por el periodista sevillano Carlos Crivell.
El acto estuvo regido por el Presidente de Aula Taurina, Miguel Serrano, quien abrió el evento dando la bienvenida a los presentes y agradeciendo a la Real Maestranza su estrecha colaboración.
Una ‘Lección Magistral’ muy animada y cercana donde Pepe Luis Segura se abrió en un dialogo directo y sin tapujos a un Salón de Carteles que colgó el ‘cartel de lleno’. El gaditano natal de La Línea de la Concepción, recordó su vida como torero y sobre todo como apoderado durante más de cuatro décadas. “El primer torero que apoderé fue a José Antonio Campuzano en 1981”, señaló Segura.
Carlos Crivell lo definió como: “Un torero brillante y un excelente apoderado independiente”. El periodista hispalense realizó una profunda glosa de Pepe Luis para entrar en materia: “La presentación de Segura en la Real Maestranza junto a ‘Paquirri’ fue una tarde inolvidable. Aquella tarde se le escapó la Puerta del Príncipe por la espada”.
Por otra parte afirmó que: “La jornada tenía un punto de nostalgia puesto que Pepe Luis Segura llevaba más de una década sin apoderar a nadie. Un apoderado que batió record por calidad y cantidad de toreros”.
Crivell desarrolló un amplio dialogo -casi dos horas- donde se analizaron los: “Tiempos actuales en los despachos. Las empresas y los honorarios de los toreros. Las comisiones de los apoderados. La cantidad de toreros que dirigió desde J.A. Campuzano, Ruiz Miguel ‘Buque Insignia de la Casa Segura’, Nimeño, Manili, Tomás Campuzano, Ortega Cano, Emilio, Muñoz, Rivera Ordoñez, Julio Aparicio, Vicente Bejarano, Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Víctor Puerto, Juan José Padilla, Jesuli de Torrecera, López Simón…y el último, Jesulín de Ubrique con quién se retiró hasta la fecha”.
Pepe Luis Segura habló de sus comienzos he hizo un recorrido emotivo de su carrera, primero como matador de toros y luego como apoderado. “Como torero me dieron fuerte los toros, recuerdo especialmente aquel cinqueño de Miura que me partió la iliaca en Barcelona y también triunfé en tardes importantes. Como apoderado nunca miré la comisión del torero porque ser independiente es no casarse con nadie y para mí lo primero a la hora de negociar era el toro”.
El apoderado entre numerosas anécdotas expresó que: “Las empresas que apoderan toreros perjudican los intereses de los aficionados y lo que hacen es intercambiar cromos. Las estadísticas indican que los toreros que se han puesto ricos lo hacían con apoderados independientes. Siempre ha procurado conocer primero al hombre para después exigirle al torero. Un apoderado que alcanzó el doctorado siempre será más cercano a su torero que alguien que no haya sido torero”.
Pepe Luis Segura también destacó que: “Para ser figura del torero hay que tener 10 puntos. Las decisiones son fundamentales y determinantes para llegar a mandar como figura del toreo. Pienso que muchos padres de toreros han entorpecido las carreras de sus hijos y más de uno sería figura sino hubiera tenido al padre dando consejos”.
Por su parte, Tomás Campuzano, presente entre el público asistente agradeció el trato de su apoderado durante esos años y aseguró que: "Si volviera a torear, elegiría a Segura como apoderado, no tengo duda de eso", añadió Tomás. Palabras que emocionaron visiblemente a Pepe Luis y que provocaron una enorme ovación.
Para finalizar el acto, el aficionado Feliciano Pérez dedicó a modo de homenaje un precioso poema que también caló hondo en el interior Pepe Luis Segura.