Lances de Futuro seguirá al frente de la plaza de toros de Santander

El Consejo de Administración de la plaza de toros de Santander ha acordado este jueves adjudicar a la empresa Lances de Futuro la organización y gestión de la Feria de Santiago 2025, que ofrecerá seis corridas y contará con las ganaderías de Miura y Victorino Martín.

El contrato se limitará al período en el que se desarrollen el ciclo taurino y los preparativos, con un plazo máximo de un mes, según ha informado el Ayuntamiento de Santander en un comunicado.

De esta forma, Lances de Futuro repite como concesionaria después de gestionar la plaza santanderina durante los últimos cuatro años, gracias a una oferta que ha sido la mejor valorada y en la que destaca un festejo más que los establecidos en el pliego

La Feria de Santiago ofrecerá así el próximo verano un total de seis corridas de toros, una de rejones, una novillada y un concurso de recortadores.

Además, por primera vez en años, Santander contará con las ganaderías Miura y Victorino Martín.

Por otra parte, Lances de Futuro ha propuesto un importante plan de medios con promoción en importantes cadenas nacionales, medios internacionales y locales, que contribuirán a la proyección de Santander y su posicionamiento como ciudad taurina.

Plantea también una serie de intervenciones en las instalaciones del Coso de Cuatro Caminos como la mejora de la enfermería, la apertura del museo taurino durante al menos un mes o el pintado de los tendidos.

Igualmente, la empresa ha incluido en su oferta el mantenimiento de precios en abonos y taquilla, al no aplicar el IPC, así como de los descuentos.

En su comunicado, el Ayuntamiento destaca que el Consejo de Administración de la Plaza de Toros continúa velando por la calidad de la Feria de Santiago y garantizando que las peñas taurinas y el resto de aficionados disfruten de un ciclo con los mejores toreros y ganaderías.

Subraya también, que Santander reitera su compromiso con la pervivencia de la Feria de Santiago, por su arraigo en la ciudad, su contribución a mantener el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de una plaza de toros más que centenaria y por su repercusión económica, especialmente en sectores como el comercio y la hostelería que tienen un gran peso dentro del tejido empresarial local.