CORONAVIRUS

Los ganaderos de bravo estiman unas pérdidas de 77 millones por la pandemia

La Unión de Criadores de Toros de Lidia publica un informe en el que se calculan pérdidas y se hacen propuestas para el futuro del sector.

Varios toros bravos en plena dehesa salmantina

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Según la entidad presidida por el ganadero Carlos Núñez, "nos encontramos viviendo uno de los momentos más difíciles de la historia de España, la crisis sanitaria del Covid-19 está cobrándose muchas vidas, algunas de personas muy queridas y respetadas de nuestro sector, y además, está afectando gravemente a la economía del país".

En el escenario de un 2020 sin temporada taurina -marzo a octubre-, la estimación económica de pérdidas para los ganaderos de bravo de la Unión de Criadores de Toros de Lidia supera los 77 millones de euros, calculando los animales destinados a las corridas de toros de esta temporada –35.000 €-, añadiendo la pérdida económica de los añojos, erales, utreros que se quedarán en el campo y la consecuente drástica reducción de reproductoras.

Para la elaboración de esta proyección, UCTL ha considerado la previsión de la producción 2020 facilitada por los ganaderos a la entidad previo al inicio de la temporada que superaba los 7.000 toros (guarismo 15 y guarismo 16), que tienen un coste de producción que oscila entre 4.000 – 5.000 €/toro, dependiendo de las características de la ganadería. Y además debemos añadir aquellos animales que se quedarán en el campo, o a su sacrificio en matadero.

Como agravante a esta situación el stock de carne en los mataderos ha causado un desplome sin precedentes de los precios de mercado, devaluando el precio del producto de bravo en origen.

Según explica la Unión de Criadores de Toros de Lidia, el sector ganadero se encuentra ante una de las producciones más costosas del mercado, ya que el toro bravo tiene un ciclo de producción muy largo (entre 4 y 7 años), sometido a riesgos debido a su condición y además, un producto perecedero ya que su salida al mercado (espectáculos taurinos y festejos populares) está limitada a los 7 años.

Esta crisis Covid19 provocará efectos devastadores sobre las ganaderías de bravo cuya producción extensiva y autóctona, tendrá consecuencias sobre el medio ambiente, sobre la pérdida de biodiversidad y sobre los agentes que conforman el tejido rural, fundamentalmente en la llamada España Vaciada. Las ganaderías de bravo generan miles de empleos directos e indirectos de mano de obra especializada especialmente en aquellas zonas más deprimidas de nuestro país.

Asimismo, el toro bravo es pieza fundamental para el desarrollo y celebración los espectáculos culturales taurinos que aportan al Estado 140 millones en concepto de IVA al año.

La Unión de Criadores se ha dirigido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ministerio de Cultura –en base al reconocimiento de la crianza de bravo en la Ley 18/2013 como Patrimonio Cultural - a las Presidencias y Consejerías de Agricultura y Desarrollo Rural de las comunidades autónomas para hacerles llegar medidas que palien el desgaste económico que esta situación carga sobre el sector de la ganadería de bravo.

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