CULTURA
Mariana Gasset rescata la memoria del campo bravo español
Presentado en Sevilla el libro 'Memorias del campo bravo. Cien años de fotografía inédita 1860-1960'
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Álvaro Rodríguez del Moral
La editora Mariana Gasset, al frente de su sello Verso Suelto, ha alumbrado el libro ‘Memorias del campo bravo: 1860-1960, cien años de fotografía inédita’ que, en 300 páginas, rescata la memoria gráfica del campo bravo español a través de antiguas fotografías atesoradas por los propios ganaderos o los descendientes de criadores de hierros ya extinguidos.
El libro recupera archivos fotográficos desde mediados del siglo XIX a los años 60 del pasado siglo XX haciendo un recorrido gráfico, literario y sentimental través de 34 ganaderías repartidas por toda la geografía española que muestran paisajes y paisanajes ya perdidos.
El toro ocupa un papel central indiscutible pero es el campo bravo, con su antigua inmensidad, el que realmente toma el protagonismo, “al poner en valor la ingente y a menudo desconocida labor que se realiza antes de que el toro llegue a la plaza” tal y como apostilla la propia editora.
Mariana Gasset ha recogido en la obra los testimonios de los ganaderos de hoy, herederos directos de los protagonistas del libro, quienes cuentan en primera persona la historia de sus ganaderías, acompañados de un prólogo del escritor Enrique García-Máiquez.
Pero son las imágenes las que centran el hilo conductor de la publicación. No en vano, la editora ha logrado acceder a esos álbumes privados, en su mayoría inéditos, para trazar una historia visual que abarca una centuria –las imágenes más antiguas, de 1863, pertenecen a la familia Murube- logrando desvelar centenares de imágenes de un gran valor etnográfico.
“Me han abierto su casa, sus recuerdos… Muchas de las fotografías no habían visto la luz nunca; son los álbumes que podemos tener todos en casa. El hecho de que ellos mismos hayan escrito los textos también refuerza ese carácter de memoria familiar”, recalca la editora.
“En el campo bravo es donde menos se notan los 150 años que nos separan de las primeras fotos. A diferencia de otras labores del campo que se han revolucionado aquí las faenas siguen siendo las mismas: herraderos, tentaderos, apartados… todo eso se sigue manteniendo. Por eso entiendo que los ganaderos se merecen este homenaje”, señala Gasset.
Ella misma vivió los veranos de su infancia en el campo de sus abuelos, cerca de Lora del Río (Sevilla) y en las lindes de Zahariche, la finca donde siguen pastando los toros de Miura. El libro, en cualquier caso, también funciona como un ejercicio de nostalgia o un canto a los paraísos perdidos.
Mariana Gasset recalca “el sentido hondo, casi sagrado, de la responsabilidad por lo recibido y heredado; de mantenerlo siempre como fue, de hacer las cosas como siempre se hicieron” común a todos los ganaderos entre los que se cuentan títulos y apellidos como los de Miura, Murube, Moreno Santa María, Veragua, Tassara, Domecq, Aleas…
Pero más allá de las personas está el propio campo, retratado en varias fincas que pertenecen al imaginario del mundo taurino como la Dehesa Bolaños, Jandilla, Martelilla, Los Derramaderos, Las Quinientas, Mirandilla, El Hornillo, Fuente Quintillo, Arenales, El Cuarto, Los Gallos, Zahariche, la Marmoleja, Juan Gómez, Partido de Resina, La Vega, Barbacena o el Cortijo de la Sierra.
Hay una esencia que permanece, tal y como corrobora Mariana Gasset mencionando todas esas tradiciones y costumbres que han sobrevivido en el mundo del toro y son mero recuerdo en otras actividades agropecuarias. El libro se presentó este martes en el Salón de Carteles de la plaza de la Maestranza en un acto coral en el que participaró Antonio Bañuelos, presidente de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia.