9ª FERIA VIRGEN DE LOS LLANOS

Molina y Mayalde se escriben con “M” mayúscula en Albacete

Molina, con tres orejas, y Ginés Marín, con dos, salen a hombros en Albacete. Encierro bien presentado y variado, con interés, del Conde de Mayalde.

José Fernando Molina y Ginés Marín, a hombros este lunes en Albacete

EFE

José Fernando Molina y Ginés Marín, a hombros este lunes en Albacete

Redacción COPE Albacete

Albacete - Publicado el

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Lorenzo del Rey | COPE Albacete

El lunes de resaca ferial traía como reclamos principales el anuncio de la corrida de Mayalde y la presencia de Molina en el cartel. Y la dupla funcionó. No fue la corrida más brava ni encastada, y el torero tampoco firmó sus actuaciones más rotundas en Albacete, pero sí rayaron ambos a buen nivel. El Conde de Mayalde lidió dos toros con opciones claras en la muleta y al menos dos más que también se prestaron. Como la presentación fue buena, la nota global es más que aprobado. Molina dejó dos faenas con mucha exposición sin dejarse nada dentro, cortando tres orejas. Ginés Marín salió a hombros con la fórmula una más una en un triunfo menos rotundo, mientras que El Fandi se fue de vacío en una tarde a la baja.

“Atrevido” saltó al ruedo y se movió en el capote del Fandi en un recibió que causó indiferencia aunque fue correcto. Topó con un pitón, se marcó el puyazo, y se fue el toro del peto como ese que huye del trabajo. Cogió los palos al granadino y dejó tres pares algo traseros, siendo el último al violín el más reunido. Brindó al público y empezó de rodillas sin poso y después se fue a los medios, donde no hubo lucimiento aunque el toro iba y venía. Era pronto en los cites y metía la cara pero el diestro lo acompañaba a diestros. Algo mejor al natural no tan forzado pero sin exprimirlo. Cambió a derechas y pecó de encimista. El Mayalde pedía música de piano y el diestro tocaba la armónica. Se enredó al final y le dio un susto, llegando a golpear al diestro que tuvo que interrumpir la faena e ir a tablas para recuperarse. Cuando volvió, el del Conde ya había capitulado y dejó un pinchazo al entrar a matar y un metisaca posterior, terminando con una más algo trasera y desprendida, y golpe de puntilla. Un toro noble, con opciones por ambos pitones. Y desaprovechado.

“Jibelino” como cuarto medio se movió en el capote de Fandi que alternó lances vistosos como una navarra y serpentina final con otros que no serán recordados. No se comportó mal en varas, por cierto. Y dejó un tercio de banderillas que finalizó con David en el estribo para ir encuentro y clavar. Intentó ponerle la mano en el testuz y correr hacia atrás pero ni uno ni otro alargaron el momento. Como un recuerdo de las facultades que tuvo y que, lógicamente por el paso del tiempo, ya no son como antes. El toro también se movía y desplazaba con buen son en los inicios, pero al forzarlo y no medirlo, llegó a ahogar unas embestidas que apuntaban cosas de inicio y que quedaron en nada. Un desarme fue la previa a entrar a matar y dejar un pinchazo hondo que fue suficiente para terminar con el toro. Tarde a menos del Fandi.

“Hechicero” pasó de puntillas por el capote de Marín y llegó a intentar ser picado en terrenos del siete, siéndolo finalmente en la jurisdicción del dos, mostrando una pelea con un pitón, empecinándose en hacerlo en los pechos del caballo y luego saliendo suelto de la suerte. Errado y a medias fue el segundo par, y de trámite el resto. Ginés brindó al público y empezó por doblones poniendo Ginés la forma pero el toro no puso el fondo. El trasteo nunca eclosionó porque salvo algunos naturales sueltos sin forzar que fueron con limpieza y sin demasiado ajuste, el resto navegó en una condición de querer pero faltarle poder al toro. El matador lo intentó a derechas también pero hubo algunos toques de telas que no sumaron. Y ya entre algún blandeó y que el toro se iba apagando, pese a la evidente disposicion, la obra quedó incompleta. Bernadinas aguantando las embestidas que fueron bien recibidas como previo a una estocada trasera tardando en caer el toro. Y la oreja, al bolsillo.

“Araposo” fue quinto y pasó sin pena ni gloria en el recibo de capote de Marín. También hizo amago de ir a por el caballo en el siete. Se dejó pegar ya en el sitio habitual y estuvo lejos de cumplir en varas. Tuvo viveza en banderillas y blandeó antes de enfrentarse a la muleta de Ginés. El toro se movió, y aunque faltó temple en el diestro en algún momento, la informal embestida no lo ponía sencillo. Marín se fue entonando y le rebañó pases por ambos pitones, que no fueron majestuosos pero sí tuvo firmeza, especialmente al final. Mató de estocada casi entera y logró un nuevo trofeo que le valió para sellar el pasaporte del viaje a la puerta grande.

“Chorlito” con el que Molina le intentó hacer las cosas las cosas bien, dejando un recibo de capote muy animoso y lucido a la verónica, empujó con un pitón en un puyazo bien marcado por Agustín Moreno. Tras un tercio de banderillas accidentado porque se llegó a temer por la integridad de Perea, que pareció lastimarse el tobillo al tomar el olivo,

Molina brindó al público y se puso en los medios de rodillas debiendo acercarse al toro hasta que firmó un inicio prometedor como declaración de intenciones. Ya daba avisos de rajarse y tuvo que cambiar de terrenos el diestro, que lo intentó al natural aunque el toro se quedaba a medias. A derechas iba medio bien los dos primeros para no querer el resto, quedándose corto. Ya en la cercanía en terrenos del dos, tiró de arrimón porque el toro ya había tirado la cuchara hace rato. Mató de estocada algo caída y se concedió una oreja aunque hubo petición de la segunda.

“Araposo” fue aplaudido de salida y José Fernando volvió a apostar con el capote a la verónica, ganando pasos hacia el centro del ruedo. Empujó con la cara alta en varas, haciendo sonar el estribo. En banderillas cumplió y tras el brindis a Juan y Jesús Martínez Moraga, empezó genuflexo llevándolo toreado para intentar ligar a derechas hasta que blandeó el toro. Una serie más mandona hasta que perdió las manos en el remate final. Una más de menor relieve por toques de telas en casi todos los lances y una más corta pero intensa al natural aguantando. El cénit llegó con una en redondo llevándolo con mando y tapado junto una más también bastante estimable. Una más al natural con desmayados al inicio y se fue a por la espada, dejando una espada un poco delantera y le dieron dos orejas por parte de la presidenta Genoveva. Y todos felices.