SEVILLA

Oliva Soto, a hombros se lo llevaron en Guillena

El sevillano corta cuatro orejas en una interesante tarde en la que ha mostrado lo mejor de su concepto. Hay que verlo en semejante momento.

Oliva Soto con dos de las orejas cortadas este sábado en Guillena

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Soñó con reavivar su toreo a fuerza de anudar el alma con el arte para así buscar el camino más corto hacia la añorada obra y casi lo consiguió. Porque solo así, mezclando sentimientos, se puede conseguir torear tan bien. Y Oliva Soto toreó en la bonita tarde de Guillena. Sol espléndido y tendidos cubiertos por gente ávida de toros. Todos los ingredientes para que el gitano de Camas mostrara las calidades de una tauromaquia indispensable en las cartelerías de las ferias más importantes de la temporada.

Al basto, flojo, aunque noble, toro de García Palacios, le quitó por acompasadas chicuelinas que abrochó con una media de lujo. De este virtuoso del arte brotaron algunos de los momentos más bellos de la tarde con los que definió un toreo preciosista, no exento de verdad, muy templado, hilvanado y rematado con excelentes de pecho. Fue un toreo a derecha, a media altura debido a la escasa fuerza del toro, sin excesos, que continuó con el intento del natural y que acabó con excelsos detalles por bajo. La estocada certificó las dos orejas concedidas.

La calidad del toro de Pallarés la aprovechó Alfonso para alejarse de la monotonía e imprimir a la faena la emotividad de sus formas aterciopeladas con las que consiguió derechazos largos genuflexo para seguir con la diestra con un extenso muestrario de toreo y arte mientras ahondaba en la belleza de lo efímero. No fue igual el natural al que le faltó ajuste. Volvió a finiquitar su obra con trincherillas y pases de pecho para culminar hundiendo la espada.

Tras la lidia de sus dos primeros toros, cambió el torero su traje blanco por otro burdeos y seda negra combinado con medias blancas. Y así lidió al buen toro de Virgen María, de bonitas hechuras y de muy nobles embestidas. Oliva Soto lo exprimió al máximo. Con el capote dejó patente extraordinarios lances a la verónica, muy despacio, a compás, para terminar con medias de lujo. La lidia constituyó la faena más lograda de la tarde. La principió sentado en una silla hilvanado trazos con la derecha y la continuó, al son de la marcha procesional “Caridad del Guadalquivir”. Su imaginación y fantasía descubrieron que el toreo es pleno virtuosismo. Consiguió el justo equilibrio entre el rigor y la expresión. Frescura y rimo en el toreo diestro, y un gusto por la natural que tuvo aire de verdad. Los apéndices los perdió por el mal manejo del acero. Al toro le dieron la vuelta al ruedo póstuma.

El cuarto de Gavira no fue bueno. Embestidas complejas, complicadas y a la defensiva. El diestro de Camas estuvo muy seguro en la lidia. Lo intentó todo, pero consiguió poco. Dos veces pinchó antes de la estocada. A hombros se lo llevaron.

La tarde de Oliva Soto fue toda una declaración de intenciones que explica muchas cosas. De lo visto se deduce y se confirma que estamos ante un buen torero, capaz y necesario en todas las plazas. Hay que verlo en semejante momento. Y sorprenderse.

Guillena (Sevilla), sábado 4 de febrero de 2023. Plaza casi llena

Toros, por orden de salida, de Albarreal, Pallarés, Virgen María (premiado con la vuelta al ruedo) y Gavira.

Oliva Soto, como único espada: dos orejas, dos orejas, ovación y ovación.

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