VALENCIA

Oreja para Álvaro Alarcón: toreo de deslumbrante belleza

El toledano corta una oreja tras exhibir un toreo de sutil delicadeza. Vuelta para El Niño de las Monjas y Lalo de María.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En el burladero de apoderados estaban codo con codo los maestros Vicente Ruiz El Soro y José Antonio Campuzano, gloria torera de los 80. Vicente muy pendiente del Niño de las Monjas, cuyo apoderamiento es más que reciente, y José Antonio, que descubrió y llevó a la cumbre a Sebastián Castella y a Andrés Roca Rey, asesorando a Lalo de María, hijo de la rejoneadora francesa María Sara, sentada en capotes.

La lidia del primer novillo fue una exaltación de la tauromaquia valenciana. De Carlet el novillero; de Burjassot los hermanos Raúl y Luis Blázquez (Víctor Manuel estaba en el callejón m); de Rafelbuñol David Esteve; y de Foios, Jaime -picador de Álvaro Alarcón- y Vicente, maestro Soro, en el burladero y en el pasodoble posterior. Las banderillas -hubiera sido un pecado- estaban empapeladas con los colores de la Senyera. Antes, Jordi Pérez se fue a porta gayola a recibir a un primer novillo alto que tuvo celo y codicia. Y duración. Bravo y encastado. Por gaoneras los dos quites: Alarcón muy quieto y ajustado, y Jordi muy quieto pero mejorado por mayor limpieza.

De rodillas en los medios comenzó el de Las Monjas. Vibrante y emotivo. Sensacional una serie a derechas por asiento y encaje. Por mando y temple. Luego unos naturales tuvieron profundidad y redondez. Pero la faena no acabó de prender. De hecho no prendió. Buen novillo de Fuente Ymbro. Cayó la espada y no cayó la oreja, con buen criterio del presidente Jesús Merenciano.

“Jazmín” se llamaba el cuarto. Como aquél toro que indultó Tejela en Mont de Marsan. Presente Matías, por cierto, en una contrabarrera de capotes. Aquí tomo la alternativa el de Alcalá con el Rey Dámaso de padrino. Delicado el quite a la verónica de Alarcón: medido, soltando la tela justa. Armonía. El Niño de las Monjas citó de largo, muleta en la izquierda, arreciando el viento, indómito el novillo, y vulgar también. Conjugó el verbo querer el de Carlet. No se cansó y se pegó un arrimón en la solanera.

Era bajo y estaba bien hecho, justito también, el segundo de Gallardo. Quitó Lalo de María por tafalleras en pleno vendaval y sufrió una espeluznante voltereta. Se levantó ileso. Qué mérito quedarse quieto delante de un toro. O novillo. O eral.

Y mérito el de Alarcón, por ponerse de verdad con una muletita con reminiscencias curristas. Tragó tela el novillero y sacó poder e importancia el de Ricardo Gallardo. Sin concesiones, sin voces, sin aspavientos, ni alharacas. Muy de verdad el toledano. Las bernadinas del epílogo se sucedieron como la victoria moral del novillero ante el indómito y berreón utrero.

Una belleza fue la primera serie de Alarcón en su segundo turno. Reunido, sentido, torero, encajado, torero. Los mejores muletazos de la tarde. El toreo, así, a secas. Y hubo otra serie más, con molinete y desprecio incluido. Muy torero. Pena que se rajara el fuenteymbro, muy en el tipo de la casa. “Ajandillado”, basto de mazorcas, estrecho de sienes, si se permite la expresión. El toreo bueno y bonito. Que no siempre el bonito es bueno. Al segundo intento, agarró una gran estocada. Merecida oreja y bien el presidente por concederla.

Se levantó mucho el aire en el tercer capítulo. Realmente molestó a los toreros toda la tarde. Noble y manejable el fuenteymbro, con buen son. De rodillas Lalo en el inicio de faena en el tercio. Encajado, firme, valiente y dispuesto ante un novillo de buen fondo y mejor nobleza. Se queda en el sitio para torear. De buena factura los pases de pecho. Hubo momentos inconexos de belleza y sentimiento. Sensación de solidez y férrea voluntad.

Durante el sexto, entre el persistente viento, el polvo difuminado, la luz de los focos y los destellos de los vestidos, reinaba una atmósfera de cierta melancolía. De María volvió a exhibir voluntad y firmeza. Dentro de la mansedumbre, se rajó como el quinto, el utrero dejó estar y hacer. Aquí dejamos también esta crónica fallera.

Valencia, lunes 13 de marzo de 2023. 3ª de Fallas. Más de un tercio de plaza.

Novillos de

, de muy desigual presentación y dispar comportamiento. Notable el primero, geniudo el segundo, manejable el tercero, desclasado y a menos el cuarto, rajado el quinto, manso el sexto.

Jordi Pérez “El Niño de las Monjas”, vuelta al ruedo tras petición y silencio tras aviso.

Álvaro Alarcón, ovación tras aviso y oreja.

Lalo de María, vuelta tras petición y silencio tras aviso.

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