2ª FERIA DE SANTIAGO

Puerta grande por mayoría simple de Tomás Rufo en Santander

Una oreja de cada toro paseó Tomás Rufo este domingo en Santander, mientras Miguel Ángel Perera cortó un apéndice.

Tomás Rufo en su salida a hombros este domingo en la plaza de toros de Santander

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Terminar el himno de España y comenzar a corearse desde los tendidos de sol el ‘¡Que te vote Chapote!’ fue todo uno. Había toros, sí. Pero también todo el mundo estaba ya pendiente del futuro de España que se dilucidaba en las urnas este domingo.

De armónicas y preciosas hechuras salió el primero de Domingo Hernández, que empujó en el peto y a punto estuvo de derribar al piquero. Tras un desacertado tercio de banderillas, el toro del hierro salmantino tomó la muleta de El Juli con un celo y una humillación bárbara. Le abrió los caminos el madrileño y se lo sacó después hasta el mismo medio del ruedo. Le pesó el terreno en la primera tanda en redondo. Pausado y hasta relajado Julián en el toreo diestro. Al natural tiró mucho de la embestida, ligando y aprovechando la entrega del astado. Tras un pinchazo, lo cazó de una estocada trasera, marca de la casa, y pese a la petición de oreja que se desató en los tendidos, el presidente no la consideró mayoritaria.

Cuando El Juli comenzaba la faena de muleta al cuarto el personal ya estaba pendiente de las primeras encuestas que estaban a punto de publicarse. El toro no había dicho mucho en los primeros tercios y cuando Julián le tanteó de inicio con la muleta, las expectativas estaban tan claras, como el resultado de las urnas a esa hora. Pero para aplastante mayoría, la de la muleta del torero de Velilla. Un imán, que hizo romper para adelante las renuentes embestidas de su oponente. Un circular se convirtió en eterno y calentó a los tendidos. Tanto gustó que lo volvió a repetir. Con todo a favor, se le apagaron las luces con la espada y con ello, se le esfumó el posible premio.

El primero de Miguel Ángel Perera estuvo escaso de todo. De liviana presentación y escaso cuajo, fue un animal desconcertante. Lo mismo embestía con el pitón de fuera que después humillaba y se desplazaba. Si hizo esto segundo fue por el mando que imprimió el extremeño a su muleta mediado el trasteo. Tras una tanda en la que el toro a punto estuvo de arrollarle, Perera tiró de bragueta y pulso para hacerle embestir. Aun así, no terminó de entregarse el de Domingo. Por eso tuvieron mérito las manoletinas finales cobradas con una estrechez de distancias asfixiantes. La espada se le fue trasera, tendida y algo caída, pero no fue óbice para que se pidiese y concediese una oreja.

Se puso en pie el coso de Cuatro Caminos para ovacionar el gran tercio de banderillas que protagonizó Curro Javier con el quinto. Especialmente el segundo par, ganándole le cara y clavando en la misma carta un par en todo lo alto. Brindó Perera al respetable antes de clavarse de hinojos en el centro del ruedo para firmar varios pases cambiados por la espalda de gran ajuste y exposición. Le costaba rebosarse en su embestida al de Domingo, por lo que el pacense se atornilló en la parda arena santanderina para ir sacando con sacacorchos las costosas embestidas del astado. Aguantó parones Perera, con el toro ya muy venido a menos en el final de faena. Se fue tras de la espada para dejar una estocada de nuevo trasera, tendida y algo caída. Un calco a la anterior, aunque esta vez tuvo que recurrir al descabello, con el que acertó al segundo intento. Esto frenó la posibilidad de amarrar la salida a hombros.

Tomás Rufo lidió como primero de su lote a un toro de anovilladas hechuras que pareció lesionarse en un topetazo de salida contra las tablas. Se movió algo descoordinado en los tercios posteriores y cuando el toledano quiso iniciar la faena de muleta de rodillas, el de Domingo Hernández ya amagó con irse a tablas. Se lo sacó hasta los medios Tomás, buscando limar la querencia. Un desarme rompió la unidad del trasteo y ya en tercio, el astado terminó de cantar la gallina. Ni terminaba de pasar y estaba loco por buscar la salida hacia los adentros. Una tanda al natural, empapando de muleta al toro, fue la más redonda hasta que el toro huyó del engaño. Lo terminó de apurar en un final de cercanías que remató con unas luquesinas muy coreadas por las peñas. Un pinchazo precedió a una estocada de la que salió el toro rodado. La oreja cayó por mayoría aplastante de pañuelos.

El sexto, como casi todos sus hermanos de camada, estuvo muy medido de raza y empuje. Embestió de forma cansina, casi sin vida nada más comenzar la faena de un animoso Tomás Rufo. Tuvo que ponerle mucha sal al guiso el de Pepino para llegar a los tendidos, porque con semejante oponente enfrente era difícil que luciera el toreo fundamental. Aún así, su entrega sí fue reconocida por el público. Pinchó antes de agarrar una estocada rinconera de la que salió rodado el de Domingo Hernández. La oreja concedida le abrió la puerta grande.

Santander, domingo 23 de julio de 2023. 2ª de Feria. Tres cuartos largos.

Toros de

(4º, 5º y 6º con el hierro de Garcigrande), de muy justa presentación y juego bajo de casta en conjunto a excepción del encastado y humillador primero; un segundo complicado y cambiante; manso y huidizo el tercero; un cuarto de escasa raza y juego manejable; un quinto descastado y de poco empuje; un sexto descastado y de escaso recorrido en sus viajes.

El Juli, saludos tras peticíon y saludos tras aviso.

Miguel Ángel Perera, que sustituía a Morante, oreja y saludos.

Tomás Rufo, oreja y oreja.

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