2ª FERIA DE SAN ISIDRO

Revista de prensa: La Quinta como culpable del fiasco

Consulta en cope.es las principales crónicas publicadas sobre el segundo festejo de la Feria de San Isidro.

Uno de los toros de La Quinta lidiados este miércoles en Las Ventas

Redacción Toros

Publicado el - Actualizado

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"Decepción en gris", por Sixto Naranjo (COPE.ES)

Dos festejos llevamos del San Isidro 2018. Tras doce toros lidiados, el balance no deja lugar a la duda. Once silencios y una división de opiniones. No está siendo un buen arranque del ciclo madrileño. Este martes hay que poner en el punto de mira a la corrida de La Quinta. Pura fachada. Toros de preciosa y variada estampa que fueron un muestrario de mansedumbre y descastamiento. 

"A La Quinta le falta motor", por Andrés Amorós (ABC)

Después de una novillada descafeinada (por toros y por toreros), aportan ilusión los toros de La Quinta, una de las ganaderías más prestigiosas, de procedencia pura Buendía-Santacoloma. Desgraciadamente, la bella estampa no va acompañada del buen juego: en general, son nobles pero sosos, transmiten muy poco.

"La Quinta demoledora de la estirpe", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)

La corrida de La Quinta venía con un trapío imponente. Santacolomas de Cola Cao. Una nueva generación. Los casi 600 kilos del cárdeno cinqueño que abrió la corrida de Martínez Conradi subía la historia de las hechuras del encaste a límites desconocidos. Una seriedad mayúscula. Y, desgraciamente, hueca.

"Seis láminas mudas, diez verónicas y una gran estocada", por Ismael del Prado (LA RAZÓN)

Fueron seis láminas. De impecable fachada. Sacados del Cossío algunos. Pelajes de otro tiempo. Serios y astifinos. Aunque quizás atiborrados de kilos para lo que siempre fue Santa Coloma. Le faltó raza, poder, salvo al sexto, al encierro de La Quinta.

"Tengo gin-tonic, señores", por Antonio Lorca (EL PAÍS)

La tarde era plomiza, plúmbea, soberanamente aburrida… Se estaba lidiando el quinto toro y no había sucedido nada que llevarse a la memoria. Un fracaso sin paliativos de la primera corrida torista de la feria, los toros de La Quinta, de bonita lámina, astifinos, pero henchidos de carne fofa y animal de carnicería, sin resto alguno de casta, de bravura, de nobleza…

"La Feria continúa gris", por Paco Aguado (EFE)

Pero, aparte de estos extraños resultados de contabilidad, que alguien debería explicar, la corrida tuvo la misma trascendencia que la novillada. Es decir, ninguna. Y eso que, aun a pesar del deslucido juego de los toros de La Quinta, hoy también se destacó del lote un toro de claro triunfo.

"Que sea la última tarde de El Cid, por compasión", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)

El Cid es el torero más transparente del momento. No hace falta asomarse mucho para verle revolotear las fatiguitas. Hace tiempo que está amortizado, rulando ahora por los pueblos y tomando a tragos cortos este tipo de compromisos. Esta sensación es extraña: el respeto se gana y se pierde. 

"La Quinta, tan bellos por fuera y tan feos por dentro", por Carlos Ilián (MARCA)

La segunda en la frente. Otro tarde sombría y sin el más mínimo brillo, nada de que acordarse el aficionado, como no sean unas verónicas de Morenito de Aranda a su primer toro y el buen tono en los naturales de Juan Bautista al cuarto el toro, el de mejor comportamiento de la descastadísima corrida de La Quinta.

"Gris", por Maribel Pérez (MUNDOTORO.COM)

Las definiciones perfectas existen. Gris. La misma palabra lo dice. Esas tardes instaladas en la línea recta del tedio sin nadie que las agite. Tuvo la corrida de La Quinta presencia, algún toro sin el tipo deseado, dos con hechuras de dibujo y grises defectos que nacen de ese gris que es la falta de raza.

"La solvencia de Morenito entre la belleza vacía de La Quinta", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)

Arrebatado fue el saludo de Morenito de Aranda con el capote. Lleno de expresión, ganando terreno, enganchando adelante. Las personales verónicas del burgalés fueron como un calambre que espabiló a la afición. Las medias del remate tuvieron la misma entrega que el resto del saludo.

"Fardos ladrones", por Marco Antonio Hierro (CULTORO.COM)

Nos robaron el espectáculo. Nos birlaron el placer de contemplar a seis toros con virtudes distintas, aptas todas para el toreo, y nos trocaron el disfrute por cinco silencio y medio. Eso hicieron los fardos que trajeron los del hierro de La Quinta, sólo porque a Madrid no se puede venir con 480 kilos. O eso creen los que eligen. ¡Qué daño hace hoy la tablilla!

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