SEVILLA

Seda de Luque y clase de Murube para salvar el desafío de Morón

Dos orejas cortó Luque mejor toro en el último tercio en el Desafío Ganadero de este domingo en Morón de la Frontera. Una oreja paseó Ginés Marín ante un toro de Miura.

Templado natural de Daniel Luque al toro de Murube al que desorejó en Morón

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Domingo de Ramos y domingo de toros en Morón de la Frontera. En tiempos de pandemia y de escasez de festejos, Lances de Futuro volvió a apostar por organizar una corrida de toros que abría la temporada en ruedos sevillanos. Y para dotar de contenido e interés al festejo, propuso un desafío de ganaderías locales con la diversidad de encastes por bandera. Seis toros de irreprochable trapío y con las hechuras prototípicas de cada sangre. Un desafío que no destacó en cuanto a nivel de casta pero en el que destacó la nobleza y clase del ejemplar de Murube, un toro que aprovechó Daniel Luque para convertirse en el triunfador de la tarde tras desorejarlo.

El mano a mano lo abrió un toro de Osborne tan bien hecho como falto de raza y fortaleza. Animal bonancible y manejable, pero al que le faltó mayor chispa en sus embestidas. Luque lo cuidó y mimó en los primeros compases de la faena, pero el toro no respondió al buen trato del torero sevillano. Muy a menos el toro y con ello, la faena nunca pudo tomar vuelo. Abrevió con buen criterio Luque, que lo pasaportó de un soberbio volapié.

El santacoloma de Pallarés fue otra pintura en sus entipadas hechuras. Un animal al que también le faltaron mayores dosis de casta para que la nobleza mostrada fuese más aprovechable en el último tercio. Ginés Marín levantó un trasteo pulcro, de templado trazo por ambos pitones y de aguante ante las cada vez mayores dudas del toro a la hora de tomar la muleta. Pero todo envuelto en la frialdad que provocaba la escasa emoción del toro. Ginés lo avió de una estocada desprendida que tuvo mucha muerte.

Se ovacionó la preciosa estampa del tercero de Partido de Resina. Pero el toro solo fue eso, pura fachada. Después, el cárdeno ‘pablorromero’ fue se movió sin fijeza ni entrega, topando en la muleta de un dispuesto Luque, que incluso robó una meritoria tanda a derechas a base de firmeza y oficio. El toro fue incluso a peor y optó por irse con prontitud detrás de la espada. Lo cazó al tercer intento con más habilidad que ortodoxia.

No cambió el panorama tampoco con el toro de Miura que hizo cuarto, el primero al que se enfrentaba Ginés en su carrera. Alto de cruz y largo de viga, empujó al menos en el peto en los dos puyazos que tomó. Pero después, fue un animal vulgarote por su escasa raza en el tercio de muleta. Pasaba sin celo ni entrega al engaño que le presentó un firme Ginés, que puso tesón y alargó la faena en la búsqueda de algún rédito artístico que fue difícil conseguir. Lo mejor llegó con la espada, al tumbarlo de un contundente volapié. La oreja concedida estuvo cogida con alfileres.

Derechazo de Ginés Marín al toro de Miura al que cortó una oreja

Derechazo de Ginés Marín al toro de Miura al que cortó una oreja

El rumbo de una tarde cuesta abajo cambió con el quinto, un animal del hierro de Murube que atesoró tanta nobleza y clase como escaso poder y fortaleza. Luque supo entender lo que demandaba el toro. Aplicó temple y suavidad en el primer tramo de su quehacer para no quebrantar aún más la fortaleza de su oponente. Después lo fue apretando cada vez más hasta conseguir tandas cobradas al ralentí, acoplándose toro y torero al ritmo que marcaban las enclasadas embestidas del ‘murube’ y la sedosa muleta del sevillano. Se abandonó Luque por momentos, que concluyó la faena con sus ya clásicas luquesinas y un estoconazo que dieron paso a la concesión del doble trofeo.

Hizo concebir esperanzas el brío con el que salió el sexto de Juan Pedro Domecq y las embestidas que brindó al empacado capote de Ginés Marín. Pero el toro después acusó un par de caídas y quedó mermada esa movilidad inicial. Tuvo nobleza, pero cada vez le costaba más seguir la muleta del torero afincado en tierras extremeñas. Un pinchazo y una estocada desprendida dieron paso a una petición que no alcanzó la mayoría de pañuelos en los tendidos.

Morón de la Frontera (Sevilla), domingo 28 de marzo de 2021. Desafío de ganaderías sevillanas. Lleno de ‘No hay billetes’ sobre el aforo permitido.

Toros, por este orden, de: Hdos. de José Luis Osborne, descastado, flojo y de poca duración; Pallarés, manejable, soso y a menos; Partido de Resina, manso y deslucido; Miura, manejable pero sin casta ni entrega; Murube, de contado poder de gran fondo de nobleza y clase; Juan Pedro Domecq, noble pero a menos.

Daniel Luque, saludos, silencio y dos orejas.

Ginés Marín, saludos, oreja y silencio.

Herrera en COPE

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