JAÉN

Solidaridad y buen toreo en el festival taurino benéfico celebrado en Jaén

Diez orejas y dos rabos se cortaron en un festejo cuyos beneficios irán destinados a los damnificados por la DANA en Chiva (Valencia)

Tauroemoción

Paseíllo con los intervinientes en el festival taurino de Jaén

Agencia EFE

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Ni el mal tiempo ha podido esta tarde con la solidaridad y el buen toreo en el festival taurino benéfico celebrado en la plaza de toros de Jaén, para ayudar a los damnificados por la DANA del pasado 29 de octubre de Chiva (Valencia)

El principal objetivo de este festejo altruista se alcanzó, porque la taquilla fue considerable, gracias a la asistencia de unos ocho mil espectadores, que cubrieron tres cuartas partes del aforo del coso de 'La Alameda', lo que supone una considerable ayuda económica para esta localidad levantina, tan necesaria como justa.

El fin artístico también se logró, porque el público pudo disfrutar de varias faenas destacadas, entre la que sobresalieron las del diestro extremeño Emilio de Justo y, por sorprendente, la del joven Alfonso Morales, novillero local sin picadores de sólo 17 años de edad, que mostró sus cualidades para convertirse en el matador de toros que la capital jiennense espera desde hace más de 20 años. No tuvo suerte con la espada, lo que es normal en su escalafón, por lo que perdió los trofeos que se mereció por su arriesgada, ortodoxa y poderosa faena.

Este alumno de la Escuela Cultural-Taurina de Jaén cuajó lances templados y lentos con el capote, sobre todo en un variado y espectacular quite, además que dio pases con la muleta con ambas manos, quieto, cruzado, cargando la suerte y pasándose muy cerca de sus muslos los pitones de un eral de encaste 'Santa Coloma', que tuvo más genio que casta, sin fijeza y con mucho peligro al embestir.

Emilio de Justo dejó los momentos más toreros y estéticos de la tarde, sobre con la muleta y en ceñidisimos pases de pecho, con los pies clavados en el suelo y ligando brillantes series con ambas manos a un buen y exigente novillo de 'Guadalmena'.

Enrique Ponce, además de llevar a cabo otra magistral labor ante un novillo de Moreno Pérez Tabernero con más bondad que fuerzas, se despidió de los ruedos de su tierra de adopción y además lo hizo ayudando a sus paisanos de Chiva, a los que tanto apoyo les hace falta en estos momentos.

Diego Ventura demostró porque es el líder actual de los rejoneadores, con todo tipo de suertes arriesgadas y espectaculares a caballo. Tuvo un excelente utrero portugués de Cortes de Moura, que le facilitó enloquecer al público con todo tipo de piruetas ecuestres.

La otra figura del cartel, Alejandro Talavante, no tuvo suerte con un ejemplar de Fermín Bohórquez, que mostró tanto trapio como falta de fuerzas y embestidas descompuestas.

Otra sorpresa agradable la dio el linarense Marcos Linares. Demostró, tras más de un año y medio sin poder torear, desde que tomó la alternativa en octubre de 2023 también en Jaén, que este injusto parón no ha acabado con sus cualidades de buen y prometedor torero. Logró dos merecidas orejas, tras una faena de mucha disposición y exposición.

La novillero madrileña Olga Casado también dejó entrever que su inmediato paso al escalafón con caballos, el próximo fin de semana en Olivenza (Badajoz), está más que justificado y merecido.

Todos contentos al final, tanto los altruistas participantes en este festival como el agradecido público. Y más aún lo estarán los habitantes de Chiva, cuando reciban esta imprescindible ayuda económica para volver a la normalidad en sus vidas, que ya está tardando demasiado.

El toreo ha vuelto a demostrar en Jaén que es solidario, como lo ha hecho siempre durante toda la historia de la Tauromaquia.

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