La sombra del afeitado vuelve a planear sobre Miura

La corrida de Miura del pasado domingo en la plaza de toros de Las Ventas no fue la mejor en cuanto a juego, tampoco en cuanto a presentación teniendo en cuenta los precedentes del legendario hierro sevillano. Pero además, está en el punto de mira por el estado de los pitones de alguno de los ejemplares que saltaron el domingo al ruedo venteño.

Según ha podido saber la Cadena COPE, el tercero de la tarde, Tiznaolla, herrado con el número 85, cárdeno claro y con un peso de 541 kilos en la báscula, despertó las sospechas de la autoridad durante su lidia. Tal es así, que nada más doblar el toro, que cayó en suerte al valenciano Román, comenzaron los trámites pertinentes para analizar si estamos ante un caso de fraude de pitones en la primera plaza del mundo.

En ese momento, se ordenó a quien corresponde cortar las astas del de Miura, que a día de hoy se encuentran en el Laboratorio de Asuntos Taurinos, sometiéndose a un análisis de afeitado. Como también ha podido saber la Cadena COPE, este análisis no ha sentado nada bien en el seno de la ganadería, quien considera injusta e infundada la duda que hoy se vierte sobre su divisa.

Según fuentes consultadas, estos análisis pueden tardar semanas, seguramente habrá que esperar hasta mediados del mes de julio para tener noticias de los mismos. En cualquier caso, el resultado ha de ser público al depender el citado Laboratorio, ubicado en distrito de Canillas de Madrid, de la Policía Nacional y por tanto del ministerio de Interior.

No es la primera vez que la divisa de Lora del Río sufre acusaciones o indicios de manipulación de astas de toros. En Ceret el pasado año la ADAC (Asociación De Aficionados Ceretanos) emitió un comunicado en el que aseguraba que la corrida “había sido tocada” previo a la celebración del festejo. Desde la ganadería negaron cualquier tipo de Fraude y lo achacaron al movimiento de los toros en los corrales de la plaza.

Según dicta el reglamento taurino, “los espectadores tienen derecho a recibir el espectáculo en su integridad” y se señala como infracción grave “la manipulación fraudulenta de las defensas de las reses de lidia”. Las infracciones graves están sancionadas con multas que oscilan entre los 4.500€ y los 60.000€, según dicta la Comunidad de Madrid.

Todavía es demasiado pronto para aventurar acontecimientos. Desde este medio no se pretende acusar a nadie, pero lo cierto es que hay una investigación en curso que puede imprimir una mancha negra en la trayectoria de un hierro de leyenda. Si finalmente el resultado es positivo, será cuestión de investigar quien está detrás. En un asunto de la gravedad del afeitado en la primera plaza del mundo, habrá que buscar responsables y pedir explicaciones a todos los estamentos taurinos, desde la ganadería, hasta la empresa, pasando por los toreros. Solo es cuestión de esperar.