Vuelta para Carlos Olsina con una deslucida novillada de Dolores Aguirre

Septiembre es sinónimo de novilladas y Arganda del Rey, un año más, da el pistoletazo de salida para la comprobación del estado actual de la novillería.

El primer novillo de Dolores Aguirre fue un toro por hechuras y volumen. Pero solo fue eso. Fachada. Su fondo manso y huidizo dejó sin opciones al valenciano Jesús Chover.

Tampoco mejoró el panorama con el segundo, un animal más terciado que se movió sin gracia en todos los tercios. Tampoco se le vio muy confiado a Fernando Flores, que se demoró con los aceros.

El tercero fue un novillo importante en todos los tercios. Derribó en varas, empujó abajo en el segundo encuentro y embistió con transmisión y con la cualidad de querer coger los trastos por abajo. El francés Carlos Olsina se mostró solvente y firme en una faena que no terminó de explotar. Tampoco lo vio claro con la espada.

El cuarto fue una prenda. Manso y orientado, se le fue directo al pecho en un par de ocasiones a Chover, que abrevió sin pensárselo dos veces.

El colorado quinto estuvo al límite de las fuerzas en lo primeros tercios. Flores lo templó durante la faena de muleta pero aquello no prendió en los tendidos, que vivieron todo el trasteo con mucha frialdad.

El sexto peleó con riñones en el caballo pero llegó con dificultades al último tercio. De nuevo estuvo muy firme Olsina. Dio la cara, siempre buscó la colocación cabal y sacó muletazos de mérito ante la exigencia e informalidad de su oponente. Tras una estocada entera, la petición no llegó a mayoritaria y tuvo que conformarse con una unánime vuelta al ruedo.

Arganda del Rey (Madrid), lunes 3 de septiembre de 2018. 1 de Feria. Casi tres cuartos.

Novillos de 

, bien presentados aunque de dispares hechuras y remates. De juego descastado y deslucido en conjunto a excepción del enrazado y humillador tercero y del exigente sexto.

Jesús Chover, silencio y silencio.

Fernando Flores, silencio tras aviso y silencio.

Carlos Olsina, silencio y vuelta.