La alergia de invierno ya está aquí. Así están los niveles de polen en tu provincia
Las principales responsables de la conocida como 'alergia de invierno' son las especies de los alisos, las cupresáceas, los cipreses o las arizónicas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Aunque sean las primeras semanas de febrero, muchas personas han notado ya los primeros síntomas de las alergias. Y, es que, ciertos pólenes como los alisos y las cupresáceas han comenzado su incidencia en la población, según informa el eltiempo.es en su sección de polen.
Este fenómeno, conocido como alergias de invierno, tiene como principales responsables las especies de los alisos, las cupresáceas, los cipreses o las arizónicas. De hecho, el polen de estas familias es uno de los alérgenos más comunes en la zona mediterránea.
Poniendo el foco en las regiones afectadas, destacan por niveles elevados de polen en el aire: Zaragoza, Madrid, Toledo y las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada.. Los índices de polinización del noroeste (Galicia y Asturias) y norte peninsular (País Vasco) han descendido hasta niveles bajos de polen en el aire desde ayer (que estaban en rojo).
Irá a peor
Una tendencia que "irá a más a medida que las temperaturas se suavicen de cara a la primavera”, según explican desde eltiempo.es
¿Síntomas de alergia al polen en invierno?
Los síntomas más frecuentes de las alergias de invierno suelen ser cuadros de moqueo, picor de nariz y ojos, irritación en la garganta, estornudos y cansancio, entre otros. Unas particularidades que en muchas ocasiones los pacientes confunden con resfriados comunes o gripes leves.
Una buena manera de diferenciar la alergia de estas enfermedades es la duración de los cuadros. Así, los síntomas de la alergia se prolongan durante tantos días como jornadas permanezca el polen en el ambiente. Por su parte, los cuadros catarrales y gripales tienen una duración de entre cuatro y siete días, en función del paciente.
Además, en los últimos años, debido a los altos niveles de contaminación, ha aumentado la intensidad de los síntomas de la alergia a pólenes como la rinitis.