Beber café e ir de compras es una mezcla explosiva: por qué debes evitarlo

El café es una bebida habitual en la vida de cualquier persona, pero si vas de tiendas puede tener efectos negativos

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

A nadie le mata un dulce, aunque muchos no pueden vivir sin su café. El sabor amargo de uno solo, la espuma en el bigote de uno con leche o el frescor al añadirle un hielo; son miles las fórmulas para disfrutar de lo que es un placer para una multitud. Aun así, también tiene consecuencias nocivas si se abusa. No hace falta tomar más de uno para que también sea negativo si lo haces durante un día de compras.

El café es, sin duda, una de las bebidas más consumidas en nuestro país. Nos despierta, nos activa, nos prepara para afrontar el día con energía o para recuperar fuerzas en momentos de cansancio. Pero hay que tener mucho cuidado. Es una bebida muy fuerte y agresiva con nuestro estómago, y esto podría conllevar riesgos. La bebida originaria de Etiopía entraña muchos secretos.

La mayoría de ellos tienen que ver con la cafeína. Es un estimulante químico que se puede encontrar naturalmente en los granos de café. Esto hace que cualquier persona se sienta más despierto, aunque también tiene otros efectos diuréticos y de aumento de la presión arterial. El problema es que un exceso provoca insomnio, ritmo cardíaco acelerado, ansiedad y, sobre todo, dependencia.

El café y las compras

Todo esto afecta especialmente a una persona que va a dedicar un tiempo a hacer compras. Según un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en 'Journal of Marketing', la cafeína afecta al número de artículos que compra un individuo y a la cantidad de dinero que se gasta.

El café provocaba a las personas que se sometieron al estudio un estímulo más fuerte por los productos que producen un placer sensorial. Los participantes que consumieron la bebida antes de empezar a recorrer un establecimiento de artículos para el hogar o un supermercado compraron un 30% más que los que no lo hicieron, así como gastaron un 50% más de dinero. Se utilizaron a 300 compradores, a la mitad se les dio con cafeína y al resto descafeinado.

Para ratificar los resultados de este estudio, se elaboró otro estudio en la Universidad del Sur de Florida. En él, 200 estudiantes de escuelas de negocios fueron divididos entre los que tomaron café con cafeína y café descafeinado. Después, les hicieron seleccionar artículos de una lista con 66 diferentes. Los que sí estaban afectados por los efectos del estimulante eligieron aquellos que tienen un carácter compulsivo e innecesario.

Pero, ¿por qué sucede esto? "El consumo de cafeína conduce a la impulsividad de compra en términos de una mayor cantidad de artículos comprados y un mayor gasto. Aunque cantidades moderadas de consumo de cafeína pueden tener beneficios positivos para la salud, puede haber consecuencias no deseadas por tomar cafeína mientras compras. Es decir, los consumidores que tratan de controlar el gasto impulsivo deben evitar consumir bebidas con cafeína antes de ir de compras", explica el profesor Dipayan Biswas, autor principal del estudio.

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