El dueño de un bar de Valencia responde la reseña de un cliente y su queja por el comentario de un camarero
El establecimiento en cuestión ha respondido al autor de esta reseña y en Twitter se ha abierto el debate: ¿quién tiene razón?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"Comida de otro local ¿sí, no o depende?" Con esta pregunta ha arrancado la cuenta @soycamarero en Twitter el debate sobre consumir alimentos de otros lugares en la mesa de un restaurante diferente al que nos encontramos. Todo empezaba con la reseña del cliente de un bar que se quejaba de que le habían llamado la atención tras comer pizza de un establecimiento y comérselo en la mesa de otro bar.
"No pongo 0 estrellas porque no se puede. Nos sentamos a tomar unas cervezas, durante la tarde mis hijos quieren pizza casera del local de al lado. Mientras los adultos tomamos unas cervezas los chiquillos quieren una pizza", explica. Lo complicado viene cuando dice que el camarero les llamó la atención. "Le explico que los niños querían una pizza y a pesar que no pone en ningún sitio que no se puede consumir comida de otro local nos insinúa que nos la comamos en el parque de al lado".
El cliente trata de explicarle la situación y le comenta que es de mala educación llamarnos la atención de ese modo. Además, indica que lo comentarán en redes.
"Total casi 12 euros por cuatro cervezas y un agua y encima haciéndote sentir un delincuente por hacerle gasto y pedirle una pizza en el bar de al lado aunque ellos no la sirvan. Unos sinvergüenzas y maleducados, no volveremos. No se os ocurra pedirles el piscolabil al local de al lado, igual os crucifican. No volveremos nunca", concluye.
Poco tiempo después, el propietario del restaurante ubicado en Valencia les responde mientras la tensión crece por momentos. "Amable ex cliente, no nos sorprende nada su reseña puesto que ya habíamos entendido el tiempo de persona y hablo solamente de usted porque las demás personas de vuestra mesa entendieron la situación. El nuestro es un restobar o sea que servimos comida, (tenía una pizarra enorme enfrente de su mesa con la carta)", replicaba. Además, añadía que "hay diferencia entre unos trozos de pizza para los niños (que siempre aceptamos por supuesto) y una pizza entera en la mesa y que todos coman comprendidos los mayores. La educación es preguntar como debido, respetar sin atacar el camarero que os comenta amablemente, entablar una conversación sin poner las manos ni interrumpir continuamente".
La respuesta no acaba ahí y asegura que "los precios también son clarísimos y no creemos que 2,20 euros para un doble de cerveza tostada sea mucho, nos parece ridículo la verdad. Nuestra amabilidad ha sido contestada por la actitud más básica y maleducada que puede haber. Enhorabuena y hasta nunca".
Y, en el posdata concluye de manera contundente: "gracias por dejar toda la basura en la mesa y en el suelo al iros".
Los tuiteros debaten sobre lo ocurrido: "Imagina que tus hijos..."
Las opiniones son de todo tipo y muy dispares. Algunos consideran que "los restaurantes no están para complacer todos los caprichos de los clientes, sino para ganar dinero". Mientras, otros indican que es adecuado que "deje a los niños el establecimiento en cuestión que cenen su pizza y los padres algo mejor. Eso sí, siempre recogiendo lo traído de fuera".
Y tú, ¿qué opinas?