Los errores que cometes al hacer lasaña y que pueden destrozarla por completo

La lasaña es probablemente uno de los platos más populares de la cocina en todo el mundo. También es la comida preparada por excelencia esa a la que recurrimos cuando no tenemos tiempo para elaborar una comida "en condiciones". Según los expertos, la lasaña tiene sus orígenes en la antigua Roma, incluso algunos ubican este manjar en la Grecia de la Antigüedad, aunque éste es un misterio que permanece. No sabríamos ubicar este plato en ningún período histórico concreto. Son muchas las disputas por este tema (históricamente hablando).

Ingredientes básicos

Antes de profundizar en aquellos errores en los que incurres y probablemente ni sabías, desde COPE.es vamos a adelantarte cuáles son los ingredientes principales de la vertiente estrella de la lasaña, la que incluye carne:

-Cebolla

-Zanahoria

-Sal y pimienta

-Carne picada

-Tomate natural

-12 láminas de lasaña

-¡Y los ingredientes que tú desees añadirle, al gusto!

No hay que sobrecocer jamás las láminas de lasaña

Fíjate muy bien del siguiente detalle: ¿vienen precocidas las placas de pasta, o no? Si están precocidas no tendrás que cocerlas pero si no... corres el riesgo de que se conviertan en una "pelota" que te costará mucho digerir. El consejo que te proporciona una compañera de COPE.es para que tu lasaña salga perfecta, jugosa y sin agua: empapa estas láminas con tomate natural, así obtendrás un sabor irresistible.

Además y como consejo adicional te recomendamos que no sobrepases de volumen tu lasaña. Con esto nos referimos a que no hagas que tu plato adquiera una altura considerable. Si haces esto, solo conseguirás que se desborde a la mínima de cambio y que cojas un volumen de calorías que no necesitas. Todo esto sumado a que los ingredientes se dispersen y pierdan su punto habitual. 

El queso es un detalle clave

Aunque el gusto es dispar.... te aconsejamos que no metas queso en lonchas "cutre" y "barato". Queda muchísimo mejor un queso de envidiable calidad, a ser posible curado. El tipo de queso que funciona muy bien en la lasaña es el queso parmesano que además le otorgará a tu receta el toque salado que necesita. Si quieres, puedes añadirle mozzarella o ricotta y un huevo. Así obtendrás la cremosidad perfecta. Y es que el queso es un factor clave, no puedes permitirte elegir el que no es adecuado. Esto podría echar a perder todo tu plato. 

Tapa la lasaña en el horno, mientras se derrite el queso

Si colocas una tapa de aluminio durante parte de la cocción evitará que la lasaña se reseque y adquiera una consistencia innecesaria. La clave que convertirá tu plato en una delicia es que retires ese "papel de aluminio" cuando lleve aproximadamente 7 minutos para que la parte superior se dore y el queso se derrita correctamente. También puedes darle un "toque" de grill para darle el punto que necesita. Tampoco deberías distraerte demasiado mientras que la lasaña está en el horno, ya que si derrites demasiado el queso, puede ser bastante desagradable a la hora de montarlo en un plato distinto a la del molde que hayas empleado.

Retira el aceite que te sobre 

Elimina con un poco de papel de cocina y con mucho cuidado, aquel aceite que desprenda la lasaña por su parte superior. Así, eliminarás grasas innecesarias y perjudiciales, y potenciarás más otros sabores que no pueden pasar desapercibidos como el del tomate, o la carne que son protagonistas indispensables de tu plato. 

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