Falta a clase, le pide los apuntes a una compañera suya y su respuesta le deja a cuadros: "Sonaré a..."

Lo ha explicado en su cuenta de TikTok y miles de usuarios le han dado la razón a su compañera

Falta a clase, le pide los apuntes a una compañera suya y su respuesta le deja a cuadros: "En fin"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Seguro que, a lo largo de tu vida, te ha pasado que has tenido que faltar a una clase por asuntos de fuerza mayor. No es una situación que suela apetecer, ni que te guste, sobre todo, cuando estás en la universidad, porque sientes que te pierdes materia que luego te puede caer en el examen.

Ya es una situación lo suficientemente fastidiada, por lo que piensas en ponerte al día y preguntar a alguno de tus compañeros qué es lo que se vio ese día en clase y si te pueden hacer el favor de dejarte los apuntes. Normalmente, y sobre todo, si son tus amigos, te dirán que sí, pero hay gente, que no lo tiene tan claro.

Si no que se lo digan a Elia, que faltó un día a la clase de un profesor, y decidió escribirle a una compañera suya que sabía que había tomado muy buenos apuntes. "Perdona, ¿no tendrás los apuntes de la clase de Francisco, verdad?" le preguntaba ella.

Enseguida, su compañera le respondía y le espetaba un "lo siento". Era entonces cuando Elia le preguntaba, "¿eso es que no?". Y ahí, a través de un audio, es cuando esta compañera se enfurecía y le daba una respuesta mucho más extendida.

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"Si quieres una explicación más larga, soy una persona enferma que se ha dejado el c*lo por ir a cada clase de ese señor, me he dejado la vida por apuntar lo que salía de esa boca. No te conozco de nada, claro que no te voy a pasar mis apuntes. Sonaré a hija de pu*a o lo que quieras, pero cada uno tiene que ganarse las cosas" le respondía.

Entonces, Elia le decía que "vale, me hubiera bastado con un no".

María Rosa tiene 44 años y ha sido compañera de instituto de su hija Alejandra. Es verdad que las dos acaban de graduarse, mientras trabajan en el mismo restaurante. Ella vino desde Panamá hace casi 20 años y, desde que llegó, ha trabajado limpiando casas y lavando platos en restaurantes. Pero hace unos cuantos años sintió que necesitaba un poquito más.

Lo que hizo fue consultar con sus hijos y estos le animaron a sacarse el título de secundaria. Alejandra y Julián son los que le apoyaron en todo momento y eso, pues incluía que los dos tuvieran que empezar a trabajar para colaborar en casa. María Rosa aprobó la ESO en una escuela de adultos, recuperó la confianza y se dio cuenta de que le gustaban las matemáticas, que se le estaban dando bien y se apuntó a un Grado Medio de Formación Profesional en Administración y Finanzas. Pues no sabía que su hija Alejandra se había inscrito en un grado superior de FP en el mismo centro.

Estudiantes en una clase

"Fue una casualidad, no sabíamos que habíamos colocado el mismo instituto como primera opción y cuando le dije que tenía plaza y ella me comentó lo mismo, su primera reacción fue riéndose y diciendo: no me copies", explica María Rosa. Casi nadie sabía que eran madre e hija. Compartían aulas, calculadoras, estaban en clases distintas, pero tenían los mismos profesores, se veían en el recreo, en la biblioteca y a todo esto también trabajaban juntas en el mismo restaurante durante toda la noche. Se levantaban a las 7 de la mañana y terminaban de trabajar sobre las 2 de la madrugada.

Un alumno va con máquina de escribir a clase y lo que hace siembra el caos

Didac Ribot es un youtuber que triunfa en redes sociales y en esta ocasión se ha hecho viral al ir a clase con una máquina de escribir.

El vídeo acumula más de 24 millones de visitas en TikTok y en él podemos ver como el joven saca el dispositivo en plena clase y comienza a utilizarlo. Al teclear, hace un ruido realmente molesto, lo que llama la atención de todos los alumnos presentes en el aula. Unos le miran con cara de incredulidad, mientras otros no pueden contener la risa.

Minutos después, Didac aparece en la biblioteca, de nuevo con la máquina de escribir. "¿Esto hace un ruido que flipas, no?", le pregunta el estudiante que tiene a su lado. El youtuber contesta negando con la cabeza y comienza a teclear con total normalidad. El ruido que provoca hace que irrumpa en escena la responsable de la biblioteca, con la que bromea. "Lleva el silenciador", asegura el joven.

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