Atento cuando consumas té en estas bolsitas

Es una de las bebidas más consumidas y se le atribuyen ciertos beneficios para la salud pero ¿de qué están hechas las bolsitas que lo guardan?

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Junto con el café, el té es una de las bebidas más consumidas no solo por su característico sabor fresco y ligeramente amargo, también por los beneficios que le atribuyen para la salud ya que es rico en antioxidantes, flavanoles, catequinos y polifenoles, además de sus propiedades anti-inflamatorias y neuroprotectoras. 

Su consumo hoy en día es cómodo, nada que ver con las largas ceremonias japonesas para su preparación. La gran mayoría lo tomamos en las bolsitas que lo comercializan, que cuentan con diferentes formatos.  

Pero ¿de qué están hechas estas bolsitas de té? "Suelen ser de papel con una pequeña cantidad de plástico", de acuerdo a los resultados de un estudio recogido por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que advierte además de que "algunas marcas premium (tipo pirámide) contienen una mayor cantidad de plástico en su composición".

Los expertos de la Universidad McGill en Montreal en Canadá, "han analizado diferentes tipos de bolsas de té y han sugerido que podríamos estar ingiriendo miles de nano y micropartículas de plástico a través de las infusiones de té en bolsitas", explica esta organización.

En el estudio, los técnicos emplearon cuatro tipos de té envasado en bolsitas y aunque "la mayoría de las bolsas de té están hechas de papel con una pequeña cantidad de plástico, algunas marcas 'premium' emplean grandes cantidades de este material". Se trata, de "las bolsitas tipo 'pirámide', que según los fabricantes, infusionan mejor, donde el plástico ayuda a mantener la forma de las bolsitas", explican en la web de la OCU.

En el estudio, en el que tan solo se metieron las bolsitas en agua caliente (95ºC),  "el nivel de partículas de plástico liberadas al agua resultó varias veces superior al encontrado en otro tipo de alimentos".

Esta organización de usuarios advierte que los microplásticos "están ampliamente diseminados en el medio ambiente, en el agua que bebemos (tanto la de grifo como la embotellada) y en algunos tipos de alimentos, y que a pesar de no conocer bien los posibles efectos en la salud humana, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ya lo considera un riesgo emergente".

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