GASTRONOMÍA MUJERES

Mujeres en Gastronomía rechaza tener que ser "superwoman" para reconocimiento

La asociación Mujeres en Gastronomía (MEG), que se ha reunido este martes para presentar su Delegación en Madrid, con lo que suman ya 14, ha rechazado que haya que trabajar como una "superwoman" y emprender "luchas titánicas" para tener el mismo reconocimiento que un hombre.

Agencia EFE

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La asociación Mujeres en Gastronomía (MEG), que se ha reunido este martes para presentar su Delegación en Madrid, con lo que suman ya 14, ha rechazado que haya que trabajar como una "superwoman" y emprender "luchas titánicas" para tener el mismo reconocimiento que un hombre.

"Aunque el 55 por ciento de la mano de obra en la hostelería es femenino, hay pocas mujeres en el élite", ha denunciado su presidenta nacional, la cocinera alicantina María José San Román (Monastrell), quien ha subrayado que la igualdad de género y la sostenibilidad son dos de los grandes "temas candentes" de la actualidad.

"Tenemos el complejo de que no hacemos lo suficiente", ha añadido y ha pedido "iluminar" a las mujeres del ámbito gastronómico para que tengan "la posibilidad de crecer tanto como quieran".

La periodista Cristina Villanueva, que se ha incorporado al Consejo Asesor de MEG, ha criticado que "parece que hay que ser una 'superwoman' y emprender luchas titánicas para tener visibilidad y eso no es justo, también las que no son tan valientes y tienen talento y tienen derecho a esa luz".

La nueva delegada de MEG en Madrid, la cocinera y empresaria María Jiménez Latorre, ha defendido que "no se trata de cuotas", la necesidad de "crear sinergias" en el sector gastronómico a través de esta asociación y luchar por una educación en la igualdad para reverter la situación actual.

También han intervenido varias mujeres que han contado cómo han tenido que luchar para alcanzar reconocimiento en su profesión, como Silvia García, jefa de sumilleres del Hotel Mandarin Oriental Ritz y Premio Mejor Sumiller 2021, quien entró en un ámbito mayoritariamente masculino y ha aconsejado "confiar en ti y que nadie te diga lo que tienes o puedes hacer".

"Yo he llorado mucho", ha reconocido la cocinera especialista en arroces Rocío Riquelme, quien sufrió "invisibilidad" cuando trabajaba en el restaurante familiar pero finalmente ha montado su propia empresa de asesoramiento gastronómico. "No nos podemos cansar de hacer ruido", ha apostillado.

En nombre de su madre, María Serbanda García Barredo, ha hablado su hijo José Eladio Cuero, director comercial de Bacalao El Barquero (Asturias), quien ha recordado que su progenitora trabajó en cocina durante más de 40 años y recibió varios premios en Oviedo y en el Principado, "pero no iba a recogerlos nunca, porque acudía en su lugar el dueño del restaurante, lo que le generó mucha frustración".

La cocinera venezolana Adriana Urbina, que se ha formado en restaurantes como Martín Berasategui y Mugaritz, triunfa ahora en Nueva York, adonde llegó sin visa y apenas defendiéndose en inglés. por eso ha creado una plataforma similar a MEG en la ciudad para "darles oportunidades y que se sientan apoyadas e impulsadas".

Un estudio a cargo, entre otras de Blanca García Henche, profesora e investigadora de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), subraya esa necesidad de asociacionismo entre las mujeres, así como el hecho de que la mayoría de las que son jefas en el sector gastronómico se debe a que son emprendedoras que han creado sus propios negocios.