¿Qué ventajas te aporta consumir aceite o cerveza sin filtrar?

Es una tendencia el alza  entre los partidarios de reducir en la medida posible los alimentos procesados

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Reducir en la medida posible el procesados de los alimentos es una tendencia que ha llegado al aceite, el vino o la cerveza, que se han empezado a comercializar sin filtrar. Tal y como advierte la OCU esta moda "tiene sus ventajas y sus inconvenientes". Sus partidarios defienden que las bebidas fermentadas no filtradas pueden tener mayor complejidad aromática y mayor cuerpo.

"En estos productos el objetivo del filtrado es retirar las partículas de aceituna o los restos de la fermentación para conferirles un aspecto limpio y brillante, que tiene mejor salida desde el punto de vista comercial". De no llevarse a cabo estos alimentos tendrían un aspecto turbio, que puede producir un rechazo en los consumidores.

En el caso del  aceite de oliva virgen o virgen extra sin filtrar "es fácil encontrar información en las redes donde se le atribuye un mayor contenido de antioxidantes porque mantiene restos de micropartículas de la aceituna". En realidad, señala la OCU "el filtrado no cambia la composición del aceite. El paso por filtros de diferente grosor solo sirve para quitar todas las micropartículas que puedan quedar en suspensión tras el prensado de las aceitunas. Si no se filtra, todas esas partículas se van posando en el fondo del envase y el aceite queda igual de claro, o casi, que si se filtrara". Sí que es cierto, señalan que "los trocitos de aceituna pueden aportar más antioxidantes o flavonoides, aunque nunca en gran cantidad, ya que son fragmentos minúsculos".

En cuanto al  sabor 'más intenso', advierten "depende más de la variedad de aceituna utilizada, de su punto de maduración y del cuidado en la elaboración que de la presencia de esas pequeñas partículas".

En contra, consideran que "esos trocitos aportan humedad y favorecen fermentaciones y que al no estar filtrado, el aceite es menos estable: su sabor, olor y color se alteran con facilidad y hay que consumirlo pronto".

Lo que está claro es que el aceite sin filtrar "nunca se debe de calentar a temperaturas altas". 

El lo que se refiere al vino, su  fermentación "libera levaduras muertas, proteínas, taninos, azúcares no fermentados, etc. Una parte de esas sustancias se deposita en el fondo de los depósitos y se retira, pero otras quedan en el vino dejándolo turbio e inestable". Por eso, explica la OCU "la gran mayoría de los vinos se someten a un proceso que se llama clarificación y para el que tradicionalmente se emplea clara de huevo (en tintos) o incluso leche (blancos y rosados)". Tras esa clarificación, "los vinos blancos y rosados se filtran para dejarlos completamente limpios y brillantes. En cambio, los vinos tintos de larga crianza no se suelen filtrar, pues algunos componentes que se generan durante la crianza y que aportan características al vino se perderían si se filtraran. En estos vinos de crianza o reserva es habitual encontrar posos en el fondo de la botella, que no indican que el vino está estropeado".

Las cervezas sin filtrar "muestran una complejidad de aromas diferente a las cervezas filtradas, pero a cambio su vida útil es muy corta".